Diego Maradona

Un ídolo popular y mundial. Así de compleja es la figura de Maradona, como hombre, como figura de la sociedad civil, como deportista.

Diego nació en Buenos Aires en octubre de 1960. Sus padres de origen humilde y trabajador tuvieron otros siete hijos. Dormían los 8 en un cuarto de menos de 6 metros cuadrados, y en ese barrio, en Fiorito, se desarrolló el talento de quien se convertiría en uno de los más hábiles y más dotados jugadores de fútbol de todos los tiempos…y al decir de muchos, el mejor del mundo.

La elección de Jorge Bergoglio, el arzobispo de Buenos Aires como nuevo jefe de la Iglesia marcó un antes y un después en la historia de Occidente, y probablemente del mundo.

El propio Bergoglio, al asumir el pontificado el 13 de marzo de 2013 lo dijo: ‘vengo del fin del mundo’
Sus pares eligieron la figura de un hombre austero, mundano, frontal, involucrado en debates morales actuales, y estudioso, en una época en que la poderosa estructura eclesial afrontaba escándalos por pedofilia, acusada por negociados y lavado de dinero a través del Instituto para las Obras de Religión, y por un cisma entre las elites cardenalicias, los pastores y la feligresía.
Afirmar, erróneamente, que Francisco es un ‘papa político’ es desconocer o pretender olvidar la muy activa participación en la resistencia antinazi y luego anticomunista de Juan Pablo II, o las implicaciones filonazis en la juventud de Benedicto XVI, su antecesor. O tal vez olvidar las fuertes implicancias políticas que debió asumir Paulo VI en una época con tantas guerras y violencia.

Estela de Carlotto es una de las figuras prominentes en la historia argentina contemporánea, por su activismo en el campo de los derechos humanos, como presidenta de la Asociación Nonne de Plaza de Mayo.
A fines de 1977, durante el último régimen militar (1976-1983), una de sus hijas, Laura Estela Carlotto, que estaba embarazada, fue secuestrada y desaparecida.
La desaparición, la forma predominante a través de la cual se ejerció la represión política, golpeó a 30,000 personas de todas las edades y condiciones sociales que fueron sometidas a la privación de su libertad y tortura, y entre ellas cientos de niños secuestrados con sus padres o nacidos en el centros de detención ilegal donde se llevaron mujeres jóvenes embarazadas.

Gracias al testimonio de los sobrevivientes del campo de concentración, pudo reconstruir que su hija había dado a luz a un niño, que su nieto había sido apropiado y su identidad había cambiado. Lo buscó durante casi 36 años. 5 de agosto de 2014, después de una evaluación de ADN realizada voluntariamente por la parte interesada.

Ignacio Guido Montoya Carlotto fue identificado y se convirtió en el número 114 en la lista de nietos recuperados. Hasta ahora, su trabajo ininterrumpido ha significado que 122 niños recuperaron su identidad (hoy son adultos entre 36 y 42 años).