T3 Capítulo 9: ¿Hay otras versiones posibles?

Haití, proclamada libre en 1804, fue la primera república negra del mundo, un hito histórico que resonó más allá de sus fronteras. Sin embargo, la libertad llegó con un precio: una deuda impuesta por Francia que asfixió su esperanza de progreso.

¿Quiénes son las principales víctimas en el magnicidio de Jovenel Moïse? El propio presidente, sus parientes y la democracia haitiana, nuevamente sacudida por lo que parece ser una maldición metafísica e histórica que azota una y otra vez al país.

Además de ser una práctica religiosa en Haití, el vudú ha sido crucial en la formación y consolidación de la identidad política y cultural de los isleños. ¿Cómo se relaciona estas costumbres espirituales con el asesinato del presidente Jovenel Moïse?

La sombra del crimen organizado pesa sobre la nación, alimentada por el poder y la corrupción. Aquí las revelaciones ponen al descubierto una verdad incómoda, donde la política y el narcotráfico convergen en una “danza mortal” de ambición y codicia.

¿Quiénes estaban interesados en la muerte del presidente de Haití? La motivación real y los autores intelectuales de este crimen permanecen ocultos en las sombras, dando lugar a especulaciones y variantes sobre el trágico destino de Jovenel Moïse.

La odisea de Mario Palacio Palacio es una epopeya de escape y supervivencia. El fugitivo enfrenta incontables obstáculos en su desesperada huida. ¿Podrá evadir la justicia haitiana, superar los peligros de la frontera y encontrar un refugio?

La sombra de la duda cae sobre la versión oficial del magnicidio. ¿Qué hay detrás del relato fragmentado de los testigos? ¿Qué misterios oculta la escena del crimen? En esta “danza” de engaño y traición, cada revelación podría contener la verdad.

Matar a un presidente en su propia residencia debería ser una de las misiones más difíciles en cualquier país del mundo. La impenetrable fortaleza es ahora escenario de un crimen sin precedentes. ¿Qué oscuros secretos alberga la mansión presidencial?

Es de suponer que la persona más difícil de matar en un país es su presidente. Un magnicidio, efectuado con la complicidad de aquellos que alguna vez fueron los más fieles aliados, que demuestra nuevamente que el poder es un imán para la traición.

El 7 de julio de 2021, en Puerto Príncipe, capital de Haití, la noche se rompe con una estruendosa balacera. En el segundo piso del número cinco de la calle Peregrin yace el cuerpo sin vida del presidente Jovenel Moïse con 14 impactos de bala.