izaskun's podcast

 

de Orantes.

 

ASÍ QUIERO QUE RECES EL ROSARIO (De la Virgen a Sor Lucia) Ponte en la presencia de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Toma el Rosario y mira, brevemente, a la Cruz. Di: "Señor abre mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza", haciendo tres veces, despacio y bien, la Señal de la Cruz sobre tus labios. Reza despacio esta oración: "Virgen Santísima, María de Nazareth, delante de Vuestra Presencia me postro y os rindo la mente y el corazón, y con mi espíritu os alabo, os bendigo y os glorifico a vos Inmaculada Concepción, Madre de Cristo Jesús y Reina del cielo y de la tierra. Unido a Vos, Señora, alabo, bendigo, glorifico y adoro a Jesús, y en El a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Amen". Ahora, ofrece la tercera parte del Rosario por las intenciones que desees, enumerándolas en síntesis y con claridad. Cuantas más peticiones hagas mejor: Me gusta a Mi y a Mi Santísimo Hijo escuchar muchas peticiones (Pedid y se os dará ... ). No corras al recitar los Padrenuestros, ni al recitar las Avemarías. Medita, brevemente, y en cada misterio, los conceptos santos que en él se exponen. No quieras profundizar: simplemente medita con brevedad, y entrega tu espíritu, misterio a misterio, de palabra -diciéndolo- y de facto -de hecho-, de sentimiento. Borra de tu mente toda idea: Pide esa gracia en una de las súplicas que debes hacer al principio. Yo te la concederé siempre, no lo dudes. Sí. te cansas rezando, por la causa que sea, pide ayuda al instante, tan pronto como notes el primer síntoma. El maligno odia intensamente al Rosario y casi siempre es él el culpable del cansancio y de las distracciones. Véncelo fácilmente invocándome a Mi: "Dulcísima Virgen María, ayúdame". Ipso facto, como un relámpago, desaparecerá toda perturbación. Es conveniente que reces el Rosario de una tirada: mejor que en varias veces. Si por alguna circunstancia, tienes que interrumpirlo, con suma delicadeza nos lo dices clara y llanamente a Mi y a Mi Santísimo Hijo. Nosotros te escuchamos con sumo agrado y esperaremos el inicio de la continuación para que sientas nuestra presencia y la percibas con toda claridad. ¿Te asombra? ¿Si? Pues no te extrañes o te asombres, porque el rezo del Santo Rosario es tan importante para Jesús y para Mí, que la persona que lo reza goza de toda nuestra atención y estima. Por eso esperamos, -cuando así tiene que ser- la reanudación del mismo. Las letanías, si vas mal de tiempo, puedes aplazarlas, e incluso suprimirlas. Sin embargo, en circunstancias normales, debes rezarlas siempre. Son muy hermosas y llenas de indulgencias. Son auténticos piropos a mí Persona y grandes súplicas a mi Hijo Jesús. Por eso deseo y ruego que sean recitadas siempre despacio, silabeando y con claridad. No reces nunca el Rosario rutinariamente, con desgana, o a marchas forzadas: No lo aceptamos. No nos agrada. No alcanza gracia alguna, ni alaba, ni bendice, ni glorifica a Mi Santísimo Hijo, ni tampoco a Mi.

De Descargas Espirituales.

Tomado del podcast Descargas espirituales.