âEs mejor no hacer parálisis para tanto análisisâ: Carlos Añaños
Carlos Añaños, retirado presidente del Grupo Aje de Perú, productor de bebidas como Big Cola, es el invitado a un episodio más del podcat âAprender de los LÃderesâ con Ricardo De La Blanca.
âLa innovación nace en los momentos que más nos pueden causar dolorâ, dice el empresario peruano Carlos Añaños al recordar los momentos difÃciles de su infancia en el campo, cuando tuvo que dejar la finca que cultivaban sus padres por la violencia de Sendero Luminoso y alojarse con toda su familia en un pequeño apartamento de Lima.
Asà comienza su cautivante charla con Ricardo De La Blanca. âDe niño yo dormÃa en los árboles cuidando los cultivos de mi padreâ, cuenta Añaños mientras enfatiza en la enseñanza de sacrificio y responsabilidad que le inculcaron sus padres. Cuando ya en Lima su padre y su hermano comenzaron el sueño de las bebidas, cuenta que comenzó como obrero. âYo repartÃa las bebidas a las 4 de la mañana. Mi padre me decÃa âes que si quieres transformar el mundo, tienes que comenzar por esforzarteâ â, dice.
Y asÃ, para llegar hasta la presidencia del grupo pasó por muchos eslabones en la cadena conociendo a fondo el negocio. âMis primeras vacaciones las vine a tomar cuando cumplà diez años de trabajoâ, dice.
Sobre la creación de empresa, lanza máximas y consejos. âTú no puedes crear un negocio si no sueñas con ello, si ni tú mismo te lo creesâ, observa. Y luego, dice, ââEl emprendedor dispara, dispara y después apunta. A veces es mejor no hacer parálisis para tanto análisisâ.
âEl gran freno que tenemos en la vida es el miedo al fracasoâ, dice. Y recomienda por eso mismo pensar en uno mismo primero. âLo primero que hay que cultivar es el cerebro. Si uno está bien consigo mismo, hay tierra fértil para sembrar cualquier semillaâ, señala.
âLa innovación nace en los momentos que más nos pueden causar dolorâ, dice el empresario peruano Carlos Añaños al recordar los momentos difÃciles de su infancia en el campo, cuando tuvo que dejar la finca que cultivaban sus padres por la violencia de Sendero Luminoso y alojarse con toda su familia en un pequeño apartamento de Lima.
Asà comienza su cautivante charla con Ricardo De La Blanca. âDe niño yo dormÃa en los árboles cuidando los cultivos de mi padreâ, cuenta Añaños mientras enfatiza en la enseñanza de sacrificio y responsabilidad que le inculcaron sus padres. Cuando ya en Lima su padre y su hermano comenzaron el sueño de las bebidas, cuenta que comenzó como obrero. âYo repartÃa las bebidas a las 4 de la mañana. Mi padre me decÃa âes que si quieres transformar el mundo, tienes que comenzar por esforzarteâ â, dice.
Y asÃ, para llegar hasta la presidencia del grupo pasó por muchos eslabones en la cadena conociendo a fondo el negocio. âMis primeras vacaciones las vine a tomar cuando cumplà diez años de trabajoâ, dice.
Sobre la creación de empresa, lanza máximas y consejos. âTú no puedes crear un negocio si no sueñas con ello, si ni tú mismo te lo creesâ, observa. Y luego, dice, ââEl emprendedor dispara, dispara y después apunta. A veces es mejor no hacer parálisis para tanto análisisâ.
âEl gran freno que tenemos en la vida es el miedo al fracasoâ, dice. Y recomienda por eso mismo pensar en uno mismo primero. âLo primero que hay que cultivar es el cerebro. Si uno está bien consigo mismo, hay tierra fértil para sembrar cualquier semillaâ, señala.