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En espera de un nuevo y refrescante trabajo de los North Mississippi Allstars allá por el otoño, el amigo Luther Dickinson, hijo del legendario Jim Dickinson, sigue trabajando a todas horas y girando y grabando con variedad de artistas de diferentes pelajes. Lejana ya su colaboración sobresaliente con los Black Crowes (2009-2011), ahora el mayor de los hermanos Dickinson continúa su carrera en solitario compaginándola con los North Mississippi y con diferentes proyectos. De hecho este "Solstice" (grabado en el solsticio de verano de 2018), en principio iba a ser un proyecto que Luther sólo iba a producir y a realizar arreglos instrumentales, pero su compañía (la cada vez más fundamental New West Records), le pidió que se editara bajo su nombre con las Sisters of the Strawberry Moon, un acierto total, porque un servidor, por ejemplo, no hubiera conocido esta joya si no llega a ser por la presencia del nombre de Luther en su título. El proyecto lo comenzó hace 3 años el mayor de los Dickinson, y en él quería agrupar a diferentes mujeres para realizar un trabajo variado bajo su producción. Así acumuló a féminas del sur americano, como Amy Helm, Amy LaVere, Sharde Thomas, las Birds of Chicago y el combo gospel de Mississippi The Como Mamas. Juntos en el solsticio de 2018 grabaron 12 cortes de diferente índole, unas más cercanas al Gospel, otras al Country, y alguna que otra incluso al Soul. Cada cantante femenina aporta su identidad propia al proyecto, y algunas incluso colorean la grabación con diferentes instrumentos como la mandolina (Amy Helm), el clarinete (Allison de las Birds of Chicago) o el contrabajo (Amy LaVere). El trabajo es una colorido y relajado disco con infinidad de matices bellísimos, con la omnipresencia de las mujeres "invitadas" y unos arreglos sencillos pero absolutamente mágicos. Cuesta destacar un tema, todos brillan a gran altura, como la inicial "Superlover", las 100 % gospel "Hold to His Hand" y "Search me", en unas versiones sin arreglo instrumental alguno, "Fly with me", en donde se observa en primer plano de Luther, en un corte que me recuerda mucho a Kitty, Daisy & Lewis, o la preciosa "Hallelujah (I'm a dreamer)". Y por supuesto, en la mayoría de los cortes se palpa la presencia de un musicazo como Luther Dickinson, que aporta lo justo, no resalta y simplemente colabora con sus arreglos y punteos a que todo fluya. En definitiva un precioso disco, una delicatessen musical sólo apta por oídos selectos, ideal para disfrutar en las cálidas noches de verano. 42 minutos que nos transportan al sur americano, viajando a través de varios estilos, con una solvencia y elegancia únicas. Como muestra os dejo esta preciosa "Til It's gone", con el precioso órgano Hammond del reverendo Charles Hodge inundando todo el corte, cantado inmejorablemente por Allison Russell, de los Birds of Chicago.