06 ¡Juzgue solo por el dinero y la apariencia!
¡Felicidades, artista de la angustia! Ya has recorrido la mitad del camino en nuestro peculiar taller de desdicha. En nuestra última entrega, comenzaste a esculpir cuidadosamente tu propia estatua de rechazo. Eso incluye saborear los deliciosos sentimientos de culpa o enfurecerte por tu apariencia o fortuna financiera. Y lo mejor es que esta técnica es un éxito rotundo, sin importar si tus bolsillos están llenos o vacÃos, o si tu rostro parece tallado por los dioses o por un cincel malhumorado. Ahora, sumerjámonos en algunos ejemplos jugosos.