416. Los dos halcones (Infantil)
Había una vez un rey que iba montando a caballo por un bosque de su reino cuando vio que en el suelo había dos polluelos de halcones que habían caído de el nido, sabiendo que era imposible volverlos a poner en el nido, decidió llevarlos a su castillo para allí ser cuidados.
Habiendo llegado al castillo mando a llamar al halconero real, y le pidió que tomara los dos halcones para que los entrenara ya que el quería verlos volar desde su ventana en lo alto de el castillo. El Halconero tomo los dos polluelos y se los llevó.
Paso el tiempo y un día al asomarse a la ventana y mirar hacia los jardines vio un halcón volando. El rey se alegró mucho porque por fin podía ver uno de los halcones volando, sin embargo no veía el segundo halcón.
Paso más de una semana y cada que miraba por su ventana solo veía uno de los halcones. Así que preocupado decidió bajar a los jardines para preguntarle al halconero que sucedía con el otro halcón. El halconero que se encontraba en ese mismo instante entrenando uno de los halcones del reino se sorprendió de ver que el rey se había dignado a ir hasta su campo de entrenamiento y se preocupo.
El rey cuando vio la cara de preocupación del halconero pensó que el otro halcón había muerto y le dijo.
Halconero. Dime que esta pasando con el seguno halcón que te di a cuidar. Solo he visto uno volando durante toda la semana y me temo que algo horrible haya pasado.
El halconero le dijo.
Su majestad, como usted dice ya uno de los halcones esta listo, ya vuela y sale a cazar cuando le doy la orden, pero efectivamente hay algo extraño con el otro halcón. Déjeme le muestro. Y juntos el rey y el halconero llegaron a un frondoso árbol donde se encontraba el otro halcón. El halcón estaba sentado en una rama y según el halconero allí permanecía todo el día y siempre en la misma rama.. Ni siquiera volaba para comer ya que el árbol era tan frondoso que se alimentaba de las bellotas que el árbol mismo producía.
El rey regreso preocupado se regreso al castillo y mando a llamar al heraldo y le dijo. Vete por todo el reino y comunicale a los habitantes que el rey tiene un halcón que no quiere volar y que se le dará 100 monedas de oro a aquel que lo haga volar.
El heraldo cumplio su cometido y al día siguiente llego un filósofo que le dijo.
Su majestad he estado observando al halcón en la rama y yo considero que el animal ha desarrollado una visión alterna de su realidad como halcón. La razón por la que no vuela es por que el considera que el volar es una acción banal para la naturaleza de los seres vivos. Lo siento mucho pero por mucho que yo trate no creo que el halcón vuele.
Al día siguiente llegó un sicologo y le dijo.
Su majestad he estado observando al halcón en la rama y creo que el ha desarrollado un síndrome de inseguridad debido a los éxitos de vuelo de el otro halcón, además según me ha contado el halconero puede que tenga además un trauma de infancia por haberse sentido rechazado por su madre en el momento que se cayo del nido sin haber aprendido a volar. Para lograr que vuele necesitaríamos muchos meses de sesiones de apoyo y dudo que finalmente vuele.
Al días siguiente vino un Médico que le dijo.
Su majestad he estado observando al halcón en la rama y creo que el tiene una deficiencia hormonal y alimenticia, su dieta no es balanceada y posiblemente debido a esto se siente débil y no tiene el vigor requerido para levantar vuelo. Sus hormonas de fuerza vital no están produciendo la estamina requerida y así creo que nunca podrá volar.
Al día siguiente paso un hechicero que le dijo.
Su majestad he estado observando al halcón en la rama y creo que e
