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Silva-Herzog Márquez, profesor de la escuela de gobierno del Tecnológico de Monterrey, enfatizó que el abuso de la prisión preventiva oficiosa o automática es inconstitucional y viola los derechos humanos, afecta en mayor grado la presunción de inocencia, porque no exige que los tribunales fundamentes la procedencia de la medida cautelar, si no que se presume sin valorar las condiciones particulares del imputado y del caso.

Rafael Cardona en su Cristalazo, consideró que, para entender la prisión preventiva oficiosa, es una medida cautelar impuesta por un juez, la cual consiste en la privación de la libertad de manera temporal, para los fines de un procedimiento legal.
La medida cautelar puede ser adoptada por los juzgados de control para garantizar la comparecencia del acusado y se realice el desarrollo de la investigación con el fin de proteger a la víctima, testigos o comunidad.
Agregó que en México se ha abusado de la medida de prisión preventiva oficiosa con la falsa idea de que al aplicar esta figura se está haciendo justicia, sin embargo, la prisión preventiva, no es justicia; es una medida cautelar, que debe aplicarse de manera excepcional, esto es solo en aquellos casos que lo ameriten.