La historia de la profesora colombiana nominada al 'Nobel' de la educación
En el primer episodio de âEl lado +â: dos historias conectadas por la pasión de enseñar, difundir el conocimiento y facilitar el acceso a la educación.
Ana Isabel Salvador y Sindey Bernal son las dos protagonistas del primer episodio de El lado +, un espacio para visibilizar pequeñas iniciativas con grandes impactos. Ana viajó por tres años junto a su esposo, Ãngel, para atravesar la geografÃa latinoamericana, de Argentina a Guatemala, con el fin de enseñar ciencia a comunidades rurales.
Sindey, por su parte, ha dedicado su carrera como docente a utilizar la tecnologÃa al servicio de las personas con discapacidad auditiva, algo que le valió la selección entre los 50 finalistas del Global Teacher Prize, conocido como el Nobel de la educación.
Los relatos de Ana y Sindey, aunque en contextos y con objetivos disÃmiles, coinciden en la necesidad de profundizar el acceso a la educación para todas las poblaciones, y en demostrar que la labor cotidiana de los profesores es uno de los pilares del progreso de las comunidades.
Diarios de van
La travesÃa de la pareja conformada por Ana y Ãngel, que comenzó en Argentina hace tres años, estuvo marcada por la compra de una Combi, una antigua camioneta Volkswagen, âde esas de los hippiesâ, como dice Ana, que se convirtió en su hogar y laboratorio móvil de ciencia. En ella, recorrieron 16 paÃses dentro de la iniciativa âAcoge a un cientÃficoâ.
En este episodio, Ana recoge algunos de sus recuerdos favoritos de la travesÃa e impases en medio del camino que terminaron por devolverle la confianza en la bondad de los extraños, pues siempre habÃa alguien dispuesto a ayudarla durante la ruta.
Hasta marzo de este año, alcanzaron a dar 300 charlas en comunidades rurales. Su objetivo principal: acercar la ciencia a los estudiantes y a sus familias, y contagiar el interés y la curiosidad por la investigación y el descubrimiento.
Entre los mejores del mundo
Haber sido escogida entre los 50 profesores del Global Teacher Prize, ha sido una experiencia gratificante, desde el comienzo, para Sindey Bernal: porque, como parte de la preselección, sus alumnos y sus familias debÃan enviar cartas hablando de su labor como docente. Entre tantas muestras de aprecio, entendió todo lo que atesoraban sus alumnos del colegio Olaya Herrera, de Bogotá, su interés por estimular la creatividad y la innovación en el aula.
Sindey, quien también trabaja en la Universidad del Bosque, ha dedicado su carrera profesional a usar la tecnologÃa para facilitar la inclusión en el campo educativo. Es una entusiasta. Una creyente en el cambio que cada persona puede propiciar.
En este capÃtulo recorre las experiencias personales y académicas que la llevaron a convertir la educación incluyente, particularmente con población sorda, en su vocación.
Con la gran energÃa que la caracteriza, y aún en tiempos de clases remotas, Sindey sigue motivando a sus alumnos de los grados 10 y 11 para que diseñen prototipos, basados en tecnologÃa, que faciliten la comunicación de los estudiantes con discapacidad auditiva, algunos de los cuales cursan grados menores en el colegio Olaya Herrera.
A la espera de la siguiente fase del Global Teacher Prize, en la que se seleccionan diez finalistas de la lista de 50, Sindey cuenta por qué ya se siente ganadora y cómo espera que este reconocimiento le permita sumar esfuerzos a su compromiso de vida con la enseñanza y la educación incluyente.
Ana Isabel Salvador y Sindey Bernal son las dos protagonistas del primer episodio de El lado +, un espacio para visibilizar pequeñas iniciativas con grandes impactos. Ana viajó por tres años junto a su esposo, Ãngel, para atravesar la geografÃa latinoamericana, de Argentina a Guatemala, con el fin de enseñar ciencia a comunidades rurales.
Sindey, por su parte, ha dedicado su carrera como docente a utilizar la tecnologÃa al servicio de las personas con discapacidad auditiva, algo que le valió la selección entre los 50 finalistas del Global Teacher Prize, conocido como el Nobel de la educación.
Los relatos de Ana y Sindey, aunque en contextos y con objetivos disÃmiles, coinciden en la necesidad de profundizar el acceso a la educación para todas las poblaciones, y en demostrar que la labor cotidiana de los profesores es uno de los pilares del progreso de las comunidades.
Diarios de van
La travesÃa de la pareja conformada por Ana y Ãngel, que comenzó en Argentina hace tres años, estuvo marcada por la compra de una Combi, una antigua camioneta Volkswagen, âde esas de los hippiesâ, como dice Ana, que se convirtió en su hogar y laboratorio móvil de ciencia. En ella, recorrieron 16 paÃses dentro de la iniciativa âAcoge a un cientÃficoâ.
En este episodio, Ana recoge algunos de sus recuerdos favoritos de la travesÃa e impases en medio del camino que terminaron por devolverle la confianza en la bondad de los extraños, pues siempre habÃa alguien dispuesto a ayudarla durante la ruta.
Hasta marzo de este año, alcanzaron a dar 300 charlas en comunidades rurales. Su objetivo principal: acercar la ciencia a los estudiantes y a sus familias, y contagiar el interés y la curiosidad por la investigación y el descubrimiento.
Entre los mejores del mundo
Haber sido escogida entre los 50 profesores del Global Teacher Prize, ha sido una experiencia gratificante, desde el comienzo, para Sindey Bernal: porque, como parte de la preselección, sus alumnos y sus familias debÃan enviar cartas hablando de su labor como docente. Entre tantas muestras de aprecio, entendió todo lo que atesoraban sus alumnos del colegio Olaya Herrera, de Bogotá, su interés por estimular la creatividad y la innovación en el aula.
Sindey, quien también trabaja en la Universidad del Bosque, ha dedicado su carrera profesional a usar la tecnologÃa para facilitar la inclusión en el campo educativo. Es una entusiasta. Una creyente en el cambio que cada persona puede propiciar.
En este capÃtulo recorre las experiencias personales y académicas que la llevaron a convertir la educación incluyente, particularmente con población sorda, en su vocación.
Con la gran energÃa que la caracteriza, y aún en tiempos de clases remotas, Sindey sigue motivando a sus alumnos de los grados 10 y 11 para que diseñen prototipos, basados en tecnologÃa, que faciliten la comunicación de los estudiantes con discapacidad auditiva, algunos de los cuales cursan grados menores en el colegio Olaya Herrera.
A la espera de la siguiente fase del Global Teacher Prize, en la que se seleccionan diez finalistas de la lista de 50, Sindey cuenta por qué ya se siente ganadora y cómo espera que este reconocimiento le permita sumar esfuerzos a su compromiso de vida con la enseñanza y la educación incluyente.