CapÃtulo 7- La historia de los mundiales
En el 2007 tuve una epifanÃa. Se acercaba el mundial de rugby de Francia y estaba dentro de una lista de cuarenta y un jugadores de los cuales treinta iban a integrar el plantel de treinta de los Pumas. Desde muy chico, cuando iba a ver todos los partidos de la primera del SIC, aquél equipo que prácticamente no perdÃa, donde jugaba mi viejo creÃa que mi futuro iba a ser ese. La mente humana siempre intenta reproducir el mundo que ya conoce. Construimos nuestra vida, por ignorancia y automatismo, a partir de lo que ya conocemos. Lo conocido para mi era jugar muchos años al rugby y ser jugador de los Pumas al menos diez años. Además, creÃa que esa era la única posibilidad de ser alguien, de ser algo. Jamás me gustó el estudio formal, en el colegio peleaba siempre el descenso y vivÃa mas ocupado en hacer payasadas. El rugby para mà era el lugar de confirmación, donde realmente me habÃa esforzado, dejando pasar veranos adolescentes y borrachos en playas soleadas por tardes calurosas en el seco anexo de mi club preparándome con la vista en los tries que harÃa en la temporada, y con objetivo y estación final la gloria rugbistÃca, llamesé también necesidad de valoración.
www.tomasdevedia.com
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