Ep. #3 Juan Paulo Romero. La virtud en escuchar.

¡Cuantas vidas estamos
perdiendo!
Por culpa de nuestro
egoísmo,
Nada más por talar sin pensar
en los demás,
poco a poco nos vamos
acercando hacia el final.

Toda planta que en el mundo
nos rodea,
nos regala el aire para
respirar,
si entre todos las vamos
agotando pasará,
que la vida de todos
terminará.

Por eso hay que reforestar,
yo me comprometo
para duro trabajar,
para dejar un futuro a hijos y
nietos que vendrán,
y también los enseñaré a
respetar,
para dejar un futuro a hijos y
nietos que vendrán
y también los enseñaré a
respetar.

Hay mucho trabajo por hacer,
pues ha sido mucho el tiempo
perdido,
pero si cada quien nos
empezamos a mover,
muy pronto todo se va a
componer.

Por eso hay que reforestar,
yo me comprometo
para duro trabajar,
para dejar un futuro a hijos y
nietos que vendrán,
y también los enseñaré a
respetar,
para dejar un futuro a hijos y
nietos que vendrán,
y también los enseñaré a
respetar. 
 

Por la sierra me paseo,
porque aquí ando trabajando,
me paso unos pocos días,
después me voy pal barranco,
conozco todos los pueblos,
trabajos se van logrando.

Voy desde Bawinokachi,
cruzo para Ojo de Buey,
luego bajo para Egochi,
un Yúmare van a hacer,
los compas de Totorí,
seguro ahí los voy a ver.

Son muchos los beneficios,
de las obras realizadas,
para conservar la tierra
y que no les falta el agua,
porque como dice el dicho,
a la madre hay que cuidarla.

Ya me voy para el barranco,
también voy a visitar,
las cuencas de Coyachique,
Kowinpachi ahí vamos a andar
después vamos al Pandito,
otra fiesta a celebrar.

 Ya con esta me despido
no se les vaya a olvidar
hay que seguir trabajando
la sierra hay que alivianar
¡Wériga mis camaradas!
ahora hay que reforestar. 
 

Que bailen todos pascol,
para que pueda llover,
porque si ya no bailamos,
la tierra se secará.

El cielo está muy triste,
porque ya no hacemos fiesta,
por eso casi no llueve,
por el rumbo de la sierra.

¡Baila pascol!
¡Baila matachín!
y así muy contentos,
podremos vivir.

¡Baila pascol!
¡Baila matachín!
y así muy contentos,
podremos vivir.

Vamos a enseñarle,
a los niños pascol,
y junto a sus abuelos,
sigan la tradición.

Vamos a enseñarle,
a los niños pascol,
y junto a sus abuelos,
sigan la tradición.

¡Baila pascol!
¡Baila matachín!
y así muy contentos,
podremos vivir.

¡Baila pascol!
¡Baila matachín!
y así muy contentos,
podremos vivir. 
 

La gente me pregunta
porque jalo tanto,
acomodando piedras entre
los barrancos,
me dicen que es muy poco el
dinero que gano,
que debería mejor buscar
otro trabajo.

Yo les digo que no solo es
por el dinero,
que lo que yo ando haciendo
es mucho más que eso,
pues yo le voy dejando un
camino más bueno,
a todos los que vienen mis
pasos siguiendo.

Durante muchos años
yo he visto el destrozo
que los seres humanos
dejamos al mundo,
por eso quiero ser de los
que andan jalando,
para arreglar el daño
que ya es muy profundo.

Los tiempos que vivimos
están descompuestos,
porque no se valora lo que
aún tenemos,
solo se está pensando en
función del dinero,
y todos están buscando un
supuesto progreso.

Pa´ poder mejorar todo está
en nuestras manos,
y en todas las trincheras que
se han levantado,
la tierra le agradece a todos
los hermanos,
que siempre han trabajado y
no se andan rajando.

Durante muchos años yo
he visto el destrozo
que los seres humanos
dejamos al mundo,
por eso quiero ser de los
que andan jalando,
para arreglar el daño
que ya es muy profundo. 
 

¡Kwira Mauro!, ¿Cómo estás?
¿Pa´ dònde vas tan apurado?
voy derechito a la chamba
porque el proyecto aprobaron,
hay que hacer muchas trincheras
por el filo del barranco.

Compa Félix yo lo invito,
a trabajar con nosotros,
ya estamos organizados,
solo falta más apoyo,
para terminar a tiempo,
antes que crezca el arroyo.

¡Claro que sí mi compadre!
Sabe que yo no me rajo,
¡Vamos a darle con todo!
para cuidar el barranco,
no más ocupa decirme,
porque son nuevos trabajos.

Es muy sencillo el trabajo,
solo hay que ver el terreno,
trincheras en partes altas,
zanjas-bordo más abajo,
gaviones en los arroyos,
eso nos ha funcionado.

¡Por ahí vienen las mujeres!
Ellas son muy chambeadoras,
siempre le echan muchas ganas,
para hacer todas las obras,
cuando trabajamos juntos,
pasan volando las horas.

¡Vámonos compadre Mauro!
hay que sacar los niveles,
el material ya está listo,
igual que toda la gente,
verá que en muy poco tiempo,
el monte va a estar muy verde. 
 

Recuerdo allá en la infancia,
sentado en la fogata,
mi abuelo platicaba:
“hijos pónganse listos
la tierra se nos va”.

Los niños más pequeños,
le decían al viejo,
el agua cae muy fuerte,
la tierra está muy suelta,
pronto se acabará.
El viejo les aconseja,
es fácil detenerla,
hagamos la trinchera,
eso nos servirá.

Acomodemos piedras,
y aunque es muy buena
friega,
con el paso del tiempo,
resultados nos dará.

Seguía aconsejando el viejo:
“Hijos no pierdan tiempo,
la tierra es nuestra madre,
de ella comemos todos,
la tenemos que cuidar”.

Festival Comunitario de
Mùsica y Ecologìa
Los años han pasado,
los viejos se acabaron,
y de aquellos consejos
muy pocos se tomaron
y no regresarán.

Nuestros antepasados
nos dejaron cuidando,
todo lo que tenemos
por debajo del sol.

Compartan mis palabras,
recuerden que la vida,
así como la tierra,
de pronto se nos va. 
 

¡Cuánto han corrido los años!
¡cuantas cosas han cambiado!
los de antes nos contaban
historias del pueblo,
mismas que poco a poco
se han ido acabando.

Antes vivían en cuevas,
hoy tienen casas muy nuevas,
podrán ser muy bonitas
por dentro y por fuera,
pero en cuestión de clima
es como estar afuera.

La gente que sembraba
producía sus alimentos,
pero con menos lluvias
y más calor ya no se puede.
Ya muchos se han salido
a trabajar fuera del pueblo,
para comprar comida
para todos sus parientes.

Los aguajes se secaron, en
el monte nos hay venados,
y todo esto ha pasado
por no haber cuidado,
lo que la madre tierra
nos ha regalado.

Antes vivían viajando,
entre la sierra y barranco,
pero al llegar la escuela
se fueron quedando,
y todos los recursos
se han ido acabando.

La gente que sembraba
producía sus alimentos,
pero con menos lluvias
y más calor ya no se puede.

Ya muchos se han salido
a trabajar fuera del pueblo
para comprar comida
pa´ todos sus parientes. 
 

Tengo una chiva muy alocada,
tiene la siembra muy maltratada,
con esta chiva no sé qué hacer,
porque no deja ni pa´ comer.

No sé si llevarla al matadero,
o venderla por algo de dinero,
yo solo sé que quiero seguir,
para levantar todo el maíz.

Porque está chiva,
me come plantas
toda la tierra,
la desbarranca
y ya no sé lo que voy a hacer,
yo mejor me la voy a comer.

Como está chiva yo tengo 30,
con diez que paran ya son 40,
si con una yo no sé qué hacer,
con las 40 voy a perder,
toda la tierra yo creo es mejor,
venderlas todas al por mayor.

Porque está chiva,
me come plantas
toda la tierra,
la desbarranca
y ya no sé lo que voy a hacer,
yo mejor me la voy a comer (2). 
 

Llegó un jòven a la sierra
con la idea de trabajar,
vamos a juntar el agua,
para poder progresar,
pero no sé imaginaba,
lo que estaba por mirar.

Vamos a hacer una fiesta,
y comida hay que llevar,
para que coma el aguaje,
y así no se secará,
así lo dijo: el Siríame,
pascoles hay que bailar.

El jòven no entiende nada,
pero sabe respetar,
las costumbres de la gente,
de aquella comunidad;
y participa en la fiesta,
que se empieza a celebrar.

Daba inicio aquella danza,
con teswino hay que brindar,
agradeciéndole al cielo,
que nos da oportunidad,
de bailar unos pascoles,
y el aguaje visitar.

¿Por qué brindan al aguaje?
si ese no puede tomar,
estás muy equivocado,
el aguaje vivo está;
y todos miran atentos,
lo que ya está por pasar.

Del aguaje brota un chorro,
de agua y crece más y más,
y el jòven muy impactado,
de gusto empieza a llorar,
no imaginaba en la vida,
que eso pudiera pasar. 
 

1.El arbolito 

Te vengo a ver,

desde lejanas tierras,

caminando entre veredas,

nomás pensando en tu amor.

Quiero verte cada día,

como crece un arbolito,

le hace falta buena tierra,

también agua y mucho sol.

Yo he de hacer lo que haga falta,

Pa´ que florezca bonito,

para que tengamos frutos,

que saldrán de nuestro amor.

Yo seré como raíces,

que le dan al arbolito,

los nutrientes y la fuerza,

que la vida nos brindó.

Nunca olvides vida mía,

que mi amor es solo tuyo,

y aunque lejos yo me encuentre,

siempre pienso en ti mi amor.

Yo he de hacer lo que haga falta,

Pa´ que florezca bonito,

para que tengamos frutos,

que saldrán de nuestro amor.