De plantas nucleares imaginarias y un inesperado ¡Gracias a Dios!
Todavía no salgo del asombro ante las palabras del directivo Gerardo Morera Rojas que reprodujo La Nación. Digo, son tan inusuales e inesperadas que no me sorprendería verlo hoy sentado frente al ministro Luis Amador Jiménez como aquel amiguito del MOPT, retractándose de lo dicho con la cabeza baja y emitiendo con voz de suspiro un escueto y resignado “no señor”.