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    Viaje a España (74)

    esNovember 12, 2009
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    About this Episode

    Ahora te contaré algo de un viaje con muchos incidentes. Era un viaje a España. La Unión Europea me había regalado dinero en forma de una beca para que pueda irme a un curso en Oviedo en Asturias. Este relato consiste en partes elegidas de mi descripción del viaje que tuve que hacer después del curso. El vuelo estaba anulado! El avión para Köpenhamn a las 8.35 estaba anulado. Sentía un poco de molestia y tenía indicio de palpitaciones, pero Wera (una compañera de viaje) pensaba que debíamos ir a la Información (no te olvides ir a la Información si vayáis a algún sitio – puede merecer la pena) Hicimos un cambio, muy bravo y rápido. Después teníamos que correr al avión que salió a las 8.00. Si hubiera seguido el consejo de mi buen amigo Fred, llegar a la facturación del equipaje un cuarto antes ("solo escriben así, queda tiempo aún así") habría podido ir a la mierda. Y sentía como un presagio lúgubre por el futuro, es decir el viaje, podéis jurar… Pero, para alimentar vanas esperanzas en nosotros, los viajes a Köpenhamn y Madrid pasaban sin problemas – desayuno y almuerzo en el avión y uno piensa que la vida es sin problemas. ¡Overbooking! En Barajas teníamos un espacio vacío en el horario y yo y unos compañeros de curso teníamos cuatro y media hora para fustigar bastante a rectores y colegas, en paz y tranquilidad, sin ser molestados de clases y cosas así. Tomamos café solo y masticábamoscruasanes y las migas volaban, hacíamos un poco ruido que solo unos profesores de juerga pueden hacer. Cuando venimos a la facturación del equipaje teníamos overbooking. No sabía qué era eso, pero comprendía que era algo malo, porque los otros parecían indignados. No era tan bueno, lo comprendí cuando los otros me lo explicaban. Si uno tiene overbooking te no dejan subir a bordo, la compañía aérea ha reservado demasiados pasajeros en esperanza de que vengan anulaciones y no parecían venir anulaciones en absoluto, sino teníamos que estar sudando y era un poco ruidoso también – no era divertido tener overbooking de verdad. Por otra parte debía ser muy divertido para Gunnar, al que le gusta cuando vuelos están anulados – es un poco más emocionante así, dice. Él había ido a Madrid para pasear y tomar una cerveza. Tener overbooking debiera ser mejor aún – el momento de tensión es un poco más prolongado cuando tú estás esperando, viendo a los compañeros de curso y otros desaparecer y tú tienes que esperar y esperar. ¡Él si no tenía overbooking! Cobardemente hubo hecho su facturación del equipaje varias horas antes de la salida y de esta manera había perdido la posibilidad de tener un overbooking monstruoso. Preguntamos qué pasaría si, solo de pensarlo, no pudiéramos ir en el avión para Oviedo, algo que podría interesante saber. Primero no entendimos que ella dijo en la transportación, pero después comprendía que iba a haber hotel en Madrid, con cena magnífica y desayuno y cosas así. De repente una transportacionera nos capture y nos llevó a la salida, nos bañábamos en sudor y las maletas iban de aquí para allí. Al fin solo quedamos Ruth, Wera y yo y una persona de Oviedo que teníamos overbooking. Pero ahora habíamos venido lejos y solo teníamos un poco de overbooking si uno lo dice así. La mujer en la transportación de equipaje veía nuestros vistazos y repitió con vista tierna la oferta de una noche completa en Madrid y para estar seguro empecé a prepararme mentalmente a una buena noche en Madrid. ¿Tal vez no sea tan malo? ¿Cena con tres platos? Coñac con el café… Pero entonces empezó el alboroto otra vez y fuimos transportados al avión y en un abrir y cerrar los ojos estuve en camino al aire, sentado al lado del señor español que era overbooked. Empezó a hablar inglés conmigo y si hubiera sido persistente y insistido en que hablara español conmigo habría tenido un poco de práctica, pero estuve demasiado cansado y él venía de Miami y tenía un derecho cierto de hablar inglés. ¿Buena comida? Ahora os contaré otra cosa. Estábamos alojados en familias anfitrionas en el sitio del curso y mi anfitrión era un joven estudiante de biología que se llamaba Pedro. Me enseñaba mucho de las condiciones de los jóvenes en España y es probablemente el único flautista y biólogo español que he acompañado en guitarra. Ocurrió la noche antes de nuestra separación, después de dos días de vida juntos. Si pensáis raro que uno se marcha de gente tan amable, solo puedo decir que era eso con la comida…. Pedro no era buen cocinero, no, no era tan buen cocinero como era flautista y para ser franco tampoco no valía gran cosa como flautista. Considera también el desagradable overbooking y mi firme horror de mal de estómago – solo necesita venir a Dinamarca para tener arcadas! La primera noche Pedro me sirvió un plato con pollo y arroz. El plato fue preparada en una sartén y era cuidadoso con el calor para que el pollo no fuera bien cocido, algo que hacía que el pollo tenía piernas bastante rojas al servir. Además, el pollo estaba en el fregadero cuando venimos, yo no entiendo por qué, porque no tenía congelador. Estudiaba biología y tal vez fuera amigo de los animales y pensaba que estaba demasiado frío por el pollo en la nevera – yo no sé. Entre tanto el pollo hervía en la sartén limpiaba manos y fregadero con una toalla media muy antigua que debía haber fallado a poner en la colada varias semanas (y tú puedes imaginar que suciedad se ve muy bien en una toalla blanca) todo para que la cocina estuviera buena y limpia. Y después, con el cuchillo de trinchar que había usado por el pollo, trinchaba la macedonia y después la dio una tanda con la toalla y todo que había aprendido sobre salmonella de repente apareció en mi cabeza y mi estómago se preparó por lo peor. Todo parecía ser una noche estupenda en la mesa! Papel higiénica en la mesa de cena. Pedro había encendido velas y todo era muy solemne. Para que el pollo poco hervido no totalmente perdiera el calor, había cubierto el plato minucioso con una media toalla, la misma que yo había observado en quehaceres antes. La toalla colgaba muy bien hacía abajo y mojaba bien la superficie del plato de pollo. Como servilleta tenía un rollo de papel higiénica rosa , una cena informal nada ridículo. En camino de salmonella. El día siguiente estuve sentado en la litera modesta mirando lúgubre a mis dedos de píe y elucubrando que hacer. Decidí largarme a una cabina telefónica para llamar a mi mujer, que suele tener buenas ideas y siempre da buenos consejos. Entonces, con prisa a la ciudad y a una cabina telefónica con suelto bastante para un consejo rápido como se evita la salmonella si uno ya está contagiado y un poco charla de cosas así. Tengo dotes naturales para perderme en ciudades, casi puede perderme en Flen, donde he vivido en 23 años y entonces podéis entender que es más fácil en Oviedo, con 200 000 de habitantes. Además, si uno se olvida del mapa, las dificultades se facilitan bastante En cualquier caso erraba un rato por la ciudad y de alguna manera lograba conseguir llegar a la cabina telefónica en la esquina del parque de San Fransisco, él que da a la estatua de una mujer gigante y donde hay un campanario en uno de los edificios. Tenía ayuda de cambiar a suelto de una chica amable que me explicaba como telefonear a Suecia de España. Sí, dios mío, que complicado es a veces. Ponía moneda tras moneda y trataba de llamar pero siempre me equivocaba de una cifra y tenía que colgar de nuevo y si tenía suerte venían unas monedas y si tenía mala suerte venía nada. De esta manera perdía 400 pesetas, nada mucho, pero el fracaso en sí consumía en la confianza en si mismo y además el aire estaba tan húmedo. Después de cinco minutos buscando a tientas lograba presionar unas monedas de 100 pesetas sin equivocarme de del número y de repente oyeclic. Por quién doblan las campanas.. Era el hijo que contestaba. Exactamente cuando estaba a punto de hablar la campana de la torre empezó a tocar no tocaba poco. El sudor corría a lo largo de la frente y en mis ojos y trataba desesperadamente sacar un poco de información sobre mi pronto enfermedad, salmonella, y decía que quería hablar con la madre, pero el hijo no oía nada o por lo menos muy poco. El tablón de información de cuantas monedas me quedaban en el teléfono hacía incansablemente tictac y yo gritaba una y otra vez que quería hablar de su madre pero sin éxito, porque mi hijo respondía que no oía nada. Por quién doblan las campanas, pensaba, y fijando la vista a la madonna gorda, preparándome con una profunda respiración y grité: “Quiero hablar con la madre!” Entonces la campana terminó a sonar y mi petición resonaba sobre la plaza. Gente dentro un contorno de 20 metros se volvía i me miraban vacilante. “¡Cáscaras! Qué gritas tanto, ¿piensas que soy sordo? Entonces me quedaron 150 pesetas de 300 y trataba de explicarle que no tenía tiempo de no tenía tiempo de explicarle y que sobre todo quería hablar son su madre. “No está, espera, voy a salir para saber donde está”, dijo el hijo, luego desapareció y después desaparecían mis pesetas. Consideraba si llamaría otra vez, pero parecía que todo me salía mal. Además descubrí que uno podía comprar Lactófilus en la pharmacia que estaba al lado del parque. Lo hice y después había que correr a una cafetería y tomar un dosis antes de que la salmonella se estallara. Cuando había aparcado en un taburete de bar y pedido un café con lo cual podía tragar la pólvora, empecé a toquetear el embalaje con una cucharilla de te. ¡Qué obstinado estaba el embalaje! Después de un minuto de trabajo la cucharilla se fue en el suelo y todos me miraban – otra vez. No había formas de hacer cosas hoy, pero de una manera o otra lograba abrir la lata. Puse un dosis en la cucharita y explicaba chistoso al camarero que no era anfeta, pero él solo miraba. ¡No se olvide de la dirección! Después me fui a Pedro para ver como era el almuerzo. No había llevado la dirección de Pedro, y así no sabía donde ir para ir a casa, pero recordaba las últimas calles donde iba. Lograba localizar una grúa de construcción que sobresalía las casas, estaba al lado de la casa vecina, y con ayuda de esta información encontraba mi casa. Desafortunadamente no recordaba en que entrada vivía y no quería ir probando la llave en todas las puertas como cualquier sospechoso. Pero sabía por lo menos en que casa vivía… Pensaba tanto que mi cerebro crujía. Luego me lo ocurrió, la vista, la vista desde la ventana en mi habitación al lada detrás de la casa! Allí había un pasillo con dos palmeras, una a cada lado - ¡válgame Díos! Que alivio. Iba rápidamente al otro lado de la casa y empecé a medir a pasos, uno, dos, tres etc hasta que con 53 pasos hubiera venido “a la vista”. Luego iba al lado frontero, iba 53 pasos, saque la llave y abría la puerta – ¡abracadabra! Pero era un poco aburrido que después de un procedimiento genial descubrir que la puerta no había estado cerrado, pero si hubiera estado cerrada habría sido un buen modo de saber dónde uno vivía, ¿verdad? Por la tarde cambié de familia anfitriona y fui a parar con Jesús y Marí y allí podía jalar cuanta comida deliciosa que quería. Ahora va a ser interesante vivir otros errores en mi sitio de estudios. ¿Cómo sería ver su tarjeta de crédito “comida” de un telebanco después de haber toqueteado torpemente con el codo y de haber interpretado mal el texto en el tablón. Puedo imaginar que tendría resultados interesantes….

    Recent Episodes from Con vista al mundo hispanohablante

    Episode 142

    Episode 142
    Anécdotas de niños que han escrito a Dios (192) 1. Querido Dios! Gracias por mi hermano menor, pero rezaba para tener una muñeca…. 2. Dicen que Thomas Edison ha inventado la luz. Pero en la escuela dominical dicen que tú, Dios, lo hizo. Apuesto que te ha robado la idea! 3. Querido Dios! Tal vez Caín y Abel no se habrían matado tanto si hubieran tenido diferentes habitaciones…? Funciona con mi hijo menor! 4. Querido Dios! Si me des una lámpara de aceite, como la que tenía Aladín voy a darte cualquier cosa que quieras sino mi dinero o mi conjunto de ajedrez! 5. Dios! Pienso en tí también a veces cuando no estoy rezando! 6. Querido Dios! Soy americano, y tú, ¿qué eres? 7. Querido Dios! En vez de dejar a hombres morirse, teniendo que hacer gente nueva, por qué no solo deja a vivir a ellos que ya tiene? 8. Querido Dios! En el tiempo bíblico, ¿es verdad que hablaron de esa manera? 9. Querido Dios! Si miras en la iglesia el domingo que viene voy a mostrarte mis zapatos nuevos! 10. Querido Dios! Envié a Dennis Clark a otro campo este año…..! 11. Querido Dios! Hay que ser difícil para ti a amar a toda gente en todo el mundo. Yo no puedo hacerlo en mí familia y somos solo cuatros. 12. Querido Dios! Si volvemos a la tierra en otro vida; no dejes me ser Jennifer Horton – la odio!

    El frasco de mayonesa y las dos tazas de café (190)

    El frasco de mayonesa y las dos tazas de café (190)
    Cuando tu horario está demasiado lleno y necesitaría más de 24 horas del día recuerda este cuento: el frasco de mayonesa y las dos tazas de café. Un catedrático de filosofía estaba en frente a su clase de estudiantes de filosofía con algunas cosas en frente de sí. Empezando la clase, bajo silencio, tomó un frasco de mayonesa grande y lo llenó con bolas de golf. Luego preguntó a los estudiantes si el frasco estaba lleno. Estos estuvieron de acuerdo. Luego el profesor tomó una caja con guijarros y los puso en el frasco. Después el profesor agitó levemente el frasco. Los guijarros se colocaron dentro de los espacios entre las bolas de golf. Luego preguntó otra vez a los estudiantes si el frasco estaba lleno. Nuevamente estuvieron de acuerdo que sí. El profesor tomó entonces una caja con arena y la desocupó dentro del frasco. Por supuesto, la arena llenó todos los espacios disponibles. Preguntó nuevamente si el frasco estaba lleno. Los estudiantes respondieron que sí. Luego, el profesor tomó dos tazas de café de debajo de su escritorio y puso el contenido dentro del frasco, y llenó así efectivamente los espacios que pudieran estar vacíos entre la arena. Los estudiantes se rieron. ”Ahora, dijo el profesor a medida que la risa iba bajando, “quiero que piensen que este frasco representa su vida. Las bolas de golf representan las cosas más importantes como la familia, sus hijos, su salud, sus amigos, y todo lo demás de sus pasiones favoritas. Cosas que si todo lo demás se perdiera, aún hacían su vida estaría llena y enriquecida. Los guijarros son algunas otras cosas que son importantes para ustedes, como su trabajo, su casa, y su carro. La arena es todo lo demás – cosas menos importantes.” “Si ustedes ponen la arena en el frasco primero,” continuó, “no habrá espacio bastante para los guijarros o las bolas de golf. Es así con la vida, si ustedes gastan su tiempo y energía en cosas menos importantes, no habrá espacio para las cosas que realmente son importantes para ustedes. Pongan atención a las cosas que realmente son importantes para su felicidad, por ejemplo jugar con los hijos, tomar tiempo para hacerse un chequeo médico, sacar a la esposa a cenar. Siempre tendrán tiempo para ordenar la casa y hacer los arreglos. Ocúpense de las bolas de golf primero, establezcan sus prioridades. El resto es solo arena.” Uno de los estudiantes alzó su mano y le preguntó al profesor qué representaba el café. Sonriendo el profesor dijo: “Me alegra que pregunte. Es solo para mostrar que tan llena pueda parecer su vida, siempre habrá espacio para un par de tazas de café con un amigo.” Don Gerardo quiere que todos piensen en esto y que: ¡nunca se lo olviden!

    Experiencias de chinchetas (177)

    Experiencias de chinchetas (177)
    A veces se declaran epidemias en los colegios. Puede ser que es moderno jugar con el yoyó o, por que no, jugar con chinchetas. Entonces dices: “¿No es posible jugar con chinchetas…?” Voy a mostrar que lo es. Después de terminar mi educación para ser profesor me faltaba un mes hasta las vacaciones y decidí buscar trabajo en los alrededores de Uppsala donde vivía entonces. Y hubo un mes de trabajo en un colegio con hijos de 11-12 años. Perfecto! Los hijos habían tenido 15 suplentes este semestre y yo fui suplente número 16 en la clase…. Su profesora tenía problemas con la voz y no podía hablar en voz alta bastante bien. Un día, un lunes, fue moderno jugar con chinchetas y se desarrollaba en una epidemia. Y cómo se juega con chinchetas? Sí, claro, se pone una chincheta en la silla de otro alumno sin que lo ve. Y los alumnos saltaban de sus sillas y todos se reían. El martes, el día siguiente, oí un sonido en el corredor afuera de la sala y me fui para investigar. No encontré nada, pero en camino a la sala podía ver una sombra por el vidrio de la puerta; poniendo algo en mi silla…. Podría ser una chincheta…. Bueno, entré en la sala y trataba de buscar la chincheta en la silla sin que los alumnos lo vieran. La chincheta estaba en la parte delantera de la silla. Era posible sentarse y tener la chincheta entre las piernas, sin daños y sin que los alumnos pudieran jactarse de tener un profesor que es posible de birlar. Focusé en la chincheta y me deje caer en la silla – sin problemas algunas. La risa no apareció, ¡y los alumnos parecían muy sorprendidos! Sospechaba que el niño que había puesto la chincheta en la silla era él en el banco a la izquierda visto de mí dirección. El siempre sentaba colgando en la silla de la manera que tuviera su culo sobre la silla. Detrás de él había una alumna, Sussi, y ella tenía una chincheta en la mano y de repente la puso debajo del culo de él… Entonces yo grité: “Siéntate bien en la silla y deja colgar así”. Y él se sentó y después saltó gritando ay, ay, ay!! Y los otros alumnos se reían.

    En medio de la guerra entre España y Francia (147)

    En medio de la guerra entre España y Francia (147)
    Tengo que contar esto antes de que lo olvide. Pasó en nuestro primer viaje a España 1985 (creo que fue este año) para vivir en la casa de verano que mis suegros tenían allí. Cuando pasábamos la última parte de Francia, 40-50 kilómetros antes de la frontera observábamos camiones quebradas en las gasolineras. Muy enigmático, ¿que pasaba? Cuando paramos para tomar una pausa en un aparcamiento vimos a un hombre que tenía un mapa desdoblado sobre el maletero. Hizo señas con la mano a mí y fui para ver que quería. Me explicaba que la autopista en los Pirineos entre Francia y España estaba cerrada. ¿La causa? Una guerra entre Francia y España sobre la importación de frutas y verduras baratas, es decir de España a Francia. ¿Armas? Fuego y bloqueo. Lo que pasaba era esto: Los francés prendían fuego a camiones españoles para protestar y los camioneros españoles bloqueaban la autopista en la frontera a su vez. No muy agradable para nosotros que habían esperado pasar la frontera este día. Bueno, era tiempo de buscar un camping….. Lo encontramos en Boulo, muy cerca de la frontera. Pero, por favor, el francés… Soy yo que me cuida de la conversación y no sabía el francés. Pronto tuvo lugar una conversación entre el dueño y yo algo así. Yo: ¿Habla usted inglés? El dueño: Non. Yo: ¿Habla usted alemán? El dueño: Non. Yo: ¿Habla usted español? El dueño: Non. Hablo solo francés y lo hago muy bien (A pesar de mi francés rudimentario comprendía que dijo esto). Pues, lográbamos tener un sitio a pesar de los problemas idiomáticos. En el camping estábamos muchos en lo mismo aprieto y todos maldecían a los incendiarios franceses y los camioneros españoles. Había un puente sobre la autopista en Bolou y fuimos allí para formarnos una idea del problema. Hasta alcanzaba la vista estaban camiones. ¡En varios filas! El día siguiente fuimos para cruzar la frontera pero habían guardias franceses que cerraban la entrada de la calle a la frontera gritando: “C´est fermé”. Pero había una calle donde se podía pasar, veíamos que unos coches lo hacían, y yo, más descarado que normal pasé inadvertido. Así estábamos en viaje a otra aduana en los Pirineos – a las diez por la mañana. Lo más cerca de la aduana, lo más coches y pronto estábamos en una caravana de coches, camiones, autobuses y no sé que medios de transporte. Avanzábamos a cámara lenta, un kilómetro por hora, por lo menos no mucho más…. Y los caminos… carreteras sinuosas. Cuando entramos en los Pirineos comprendía porque la caravana se movía tan lenta. Los autobuses tenían problemas cuando encontraban los coches en las curvas cerradas. Y estar en esos autobuses con las partes traseras colgando sobre los precipicios…… y yo que tengo disposición para vértigo. Estábamos esperando todo el día para poder pasar a la aduana. Todo empezaba a parecer a una fiesta popular. Nuestro hijo Martín jugaba con una chica alemana y nosotros hablábamos alemán con los padres. Y todo el día en cámara lenta. A las diez por la noche llegamos a un camping, todos muy agotados. Teníamos hambre porque lo único que teníamos para comer durante la travesía era una botella de agua mineral y cinco cruasanes. Algo que nos sorprendía era que los españoles empezaron a preparar su cena a las diez por la noche, algo raro para nosotros los suecos que cenamos a las cinco por la tarde. Sí, así pasó nuestro primer viaje a España. Ahora no me atrevería a hacer tal viaje 7 000 km ida y vuelta. Soy miedoso ahora; es propio de la edad dicen…

    El infierno explicado de un estudiante de química (180)

    El infierno explicado de un estudiante de química (180)
    Esta es una anécdota que me contó un amigo. Cuanto de verdad hay en el contenido, no lo sé. Espero también que la traducción sea por lo menos bastante correcta... Pero que hay alumnos listos, bien lo sé yo. Una vez, en una prueba de religión que tenía, había una pregunta así: ¿Qué es el purgatorio? Un alumno respondió: “El purgatorio es un pequeño infierno, entre la Tierra y el Cielo”. Le di el puntaje máximo. La siguiente es una respuesta actual dada en una prueba de química “mid-term”, en una universidad en Arizona. Esta respuesta era tan “profunda” que el profesor quería compartirla con sus colegas, vía Internet, y gracias a ello es que nosotros podemos divertirnos también: Responda a lo siguiente: El infierno, ¿es exotérmico (libera calor) o endotérmico (absorbe calor)? La mayoría de los alumnos respondían usando la Ley de Boyle (un gas se enfría cuando se expande y se calienta cuando se comprime) o una variante semejante. Un estudiante, sin embargo, escribió lo siguiente: Primero necesitamos saber cómo la masa del Infierno varía con el tiempo. Y tenemos que saber cuántas almas son las que entran en el Infierno y cuántas son las que salen, (algo que es improbable). Pienso que podemos seguramente asumir que cuando un alma ha entrado en el Infierno nunca lo dejará. Por lo tanto, no hay almas que dejen el Infierno. En cuanto a cuántas almas son las que entran en el Infierno, vamos a estudiar las religiones que hay en el mundo de hoy. La mayor parte de estas religiones fijan que, si no es miembro de su religión, te vas al Infierno. Puesto que hay más que una de estas religiones y puesto que gente no pertenece a más que una religión, podemos proyectar que todas las almas se van al Infierno. Con la tasa de natividad y de mortalidad que tenemos, podemos esperar que el volumen de las almas en el Infierno crecen exponencialmente. Ahora, vamos a mirar la tasa del cambio del volumen en el Infierno, porque la Ley de Boyle dice que para que la temperatura y la presión se queden igual, el volumen del Infierno tiene que expandirse proporcionalmente con el número de almas que se agregan. Damos dos posibilidades: Si el Infierno expande a un ritmo más lento que el número de almas que llegan al Infierno, entonces la temperatura y la presión en el Infierno aumentará hasta que el Infierno se rompa. Si el Infierno expande más rápido que el número de almas que llegan al Infierno, entonces la temperatura y la presión van a bajar hasta que el Infierno se congele. ¿Y cuál es la solución? Me dijo mi amiga Teresa una vez: “Será un día frío en el Infierno antes de que yo duerma contigo” y tomemos en cuenta el hecho de que dormí con ella anoche, luego la segunda opción debe ser la cierta, y entonces estoy seguro de que el Infierno es exotérmico y ya se ha congelado. El corolario de esta teoría es que, dado que el Infierno se ha congelado, se infiere que ya no está aceptando más almas y por lo tanto se ha extinguido, dejando solo al Cielo, probando así la existencia de un ser divino, lo cual explica por qué anoche, Teresa gritaba: “¡Ay, Dios mío…!"

    Las llaves del coche (183)

    Las llaves del coche (183)
    Hace uno días salí de un hotel donde habíamos tenido un encuentro de empresa. Entonces descubrí que no podía encontrar las llaves del coche. Buscaba en todas partes pero era imposible encontrarlas. No estaban en mis bolsillos, en el bolso o en la sala del encuentro. Entonces, de repente, comprendí que debían estar en el coche. Desesperadamente me fui al aparcamiento. Mi marido me ha regañado muchas veces por haber dejado las llaves en la ignición del coche. Mi teoría es la ignición es el mejor sitio para no perderlas. Su teoría es el coche será robado. Al salir de la puerta constaté algo terrible. Su teoría era correcta. El aparcamiento estaba vacía. Inmediatamente llamé a la policía. La dejaba el lugar y confesé que había dejado las llaves en el coche y que me habían robado el coche. Después hice lo más difícil…. “Querido”, balbuceé; (Yo le siempre llamo “querido” en tales situaciones). “Dejé las llaves en la ignición y ahora nos han robado el coche.” “¿Estás bromeando? gritó, “yo te dejé en el aparcamiento.” Ahora fue mi turno de acallar. Avergonzado dije, “Bueno, ¿puedes recogerme?” El replicó ”Lo puedo, pero antes tengo que convencer a la policía que no te he robado el coche.” Sí, así son los años de oro….

    Enviando un hijo a Israel (185)

    Enviando un hijo a Israel (185)
    Un comerciante judío en Chicago se decidí por dejar a su hijo irse a Israel para absorber un poco de la cultura en la patria. Cuando volvió el padre le preguntó un poco de sus experiencias del viaje. El hijo dijo: “Papá, tenía un buen tiempo en Israel. Por cierto, me convertí en cristiano allí.” "Oh dios”, dijo el padre. “¿Qué he hecho?” Decidí preguntar a su amigo Jacob qué hacer. Jacob le dijo: “Cómico que me pregunta. Yo también envié mi hijo a Israel, y el también volvió cristiano. Tal vez debiéramos hablar con el rabino y preguntarle que hacer. Y fueron para ver el rabino. Y el rabino dijo: "Qué raro…. Yo también envié a mi hijo a Israel….Y él también regresó cristiano… Quizás debiéramos hablar con Dios para que nos de unos buenos consejos.” Los tres rezaban y explicaban lo que había ocurrido a sus hijos y preguntaron a Dios que debían hacer. De repente oyeron una voz fuerte del cielo. La voz dijo: “Muy extraño que me preguntan. Y también envié a mi hijo a Israel……..”

    Esposa del infierno (186)

    Esposa del infierno  (186)
    Un policía habla con un señor que está con su mujer en coche. El policía dice: ”Señor, usted ha conducido su coche en 160 km por hora.” El conductor dice: “Había puesto el autocrucero en 100 km por hora, ¿tal vez su pistola radar necesita calibración?” La esposa a su lado dice: “No estés mamado, este coche no tiene autocrucero.” El policía escribe la multa y el conductor grita a su mujer: “Por favor, ¡cállate por lo menos una vez! La señora se sonríe y dice: “Debía ser agradecido que tu detector de radar se paró a tiempo.” Y el policía escribe otra multa y el jofer grita otra vez a su esposa: “Maldita mujer, te lo digo otra vez, ¡CÁLLATE! El policía frunce el seño y dice: “Y puedo notar que tampoco no tiene cinturón de seguridad. Automática da una multa de $75.” El conductor dice: “Bueno, pués, tenía puesto el cinturón, pero me lo quite cuando usted se incline sobre mí para que pudiera sacar mi permiso de conducir de mi bolsillo.” Y la mujer le corrige y dice: “No, querido, sabes muy bien que no tenías cinturón. Nunca tienes cinturón cuando conduces.” Y la policía le da la tercera multa y el conductor está y el marido, en punto de explotar grita: “¿POR QUÉ NO TE CALLAS MUJER?” El policía mira la señora y la pregunta: “Señora, ¿es que su marido, siempre habla con usted de esta manera?” Y a mí me gusta esta parte…… La señora responde: ”No señor, lo hace solo cuando ha bebido alcohol.”

    Solo para mostrar quién es más importante en la empresa (187)

    Solo para mostrar quién es más importante en la empresa (187)
    En una empresa gigante han empleado cinco caníbales como tamitadores. El primer día del trabajo el jefe dice: ” Ahora tenéis un trabajo fijo, ganáis bien y podéis comer en nuestro comedor, y os pido: Dejéis a los otros en paz. Comprendéis?” Los caníbales prometen que no van a tocar a sus colegas. Después de cuatro semanas el jefe viene y dice: “Falta una lavandera, es alguien de vosotros que sabe dónde está?” Todos los caníbales cabecean y juran que no tiene nada que ver con el asunto. Cuando el jefe ha salido uno de los caníbales se dirige a los otros y dice: “Bueno, tontos, ¿que idiota es que se ha comido la lavandera?” El caníbal más al fondo responde en voz baja y pareciendo muy culpable: ”Fue yo…..” ”¡Tu maldito idiota!”, dice el primero, “Los últimos semanas nos hemos comido jefes, consejeros, lideres de proyectos, técnicos y cada tipo de otros líderes sin que nadie lo haya descubierto. Y tú, loco, ¡¡¡tuviste que comerte la lavandera!!!.

    El espíritu en la botella (188)

    El espíritu en la botella (188)
    Una mujer se fue al bosque cuando de repente tropezó con una botella. Cuando la tocó naturalmente surgió un espíritu. "¿Me das tres deseos ahora?", le preguntó. "No”, la respondió el espíritu, “a causa de los tiempos malos, la devaluación y la competencia global y tal mierda solo pudo darle UN deseo hoy en día. Es por esto que vivo en una botella y no en una lámpara de aceite.” ”Bueno, ¿que desea usted?" "Si es así quiero paz en el Oriente Medio”, dijo la mujer y sacó un mapa. “¿Ves el mapa aquí?. Quiero que estos países no luchen más.” El espírito tiró una mirada en el mapa y cabeceó: "Pero, ¡por favor señora! Aquellos países han luchado por miles de años… No creo que pueda hacer algo para terminar la lucha. Soy bueno, pero no tan bueno. Elija otro deseo.” La señora pensaba un momento y después dijo: "Nunca lograba encontrar a mi hombre favorito. Un hombre cariñoso y atento, que es considerado, sabe cocinar y que hace la mitad del trabajo en la casa, que es fidel, un buen amante y que no mira los deportes todos los días. En corto, un compañero de vida ideal." El espíritu se quedaba en silencio un rato, suspiró y dijo. "Puedo ver el maldito mapa otra vez…….”
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