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    El podcast de Francisco Marhuenda

    Escuche cada día la opinión de Francisco Marhuenda en el podcast del director de La Razón.
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    Los delincuentes derrotan a Sánchez

    Los delincuentes derrotan a Sánchez
    Sánchez se ha sometido voluntariamente al chantaje de un grupo de delincuentes políticos. No es verdad que los socialistas trabajen por la convivencia en Cataluña. Es una enorme mentira y un insulto a la inteligencia. No sé quién se puede creer esa basurilla ideológica, pero la realidad es que la situación en mi tierra es de absoluta normalidad desde hace mucho tiempo. Es cierto que los independentistas andan a lo suyo, gestionan mal las instituciones y se odian entre ellos, pero no existe un clima de confrontación. No ha sido gracias a Sánchez y sus cesiones, sino por el miedo que tienen de volver a la cárcel. Hay cansancio.

    Un proyecto serio para Galicia

    Un proyecto serio para Galicia
    Galicia es la próxima gran batalla del sanchismo para acabar con Feijóo y legitimar las cesiones a los independentistas. No hay duda que arrebatársela al centro derecha sería muy útil en la estrategia, porque se convertiría en un peón de La Moncloa aunque esté presidida por el BNG. Los nacionalistas gallegos son hermanos políticos de ERC y de los herederos de ETA. Les basta con conseguir la Xunta de Galicia y colocar a los amigos. El nacionalismo se basa en organizar redes clientelares. El presidente gallego y candidato a la reelección, Alfonso Rueda, ofreció ayer una interesante intervención en LA RAZÓN en la que expuso las líneas de su programa de gobierno. Una cosa que me gustó es que no leyó un discurso y demostró que es un buen orador. Tras escucharle y comparar su oferta con el lío de un multipartidos liderado por los nacionalistas radicales creo que el sentido común gallego se impondrá. No me gustaría que Galicia entrara en una deriva radical como ha sucedido en mi tierra catalana. Con los delirios independentistas de los demagogos populistas de ERC y Junts. Nunca pensé que pasaría, pero ha sucedido y ahora Cataluña sufre un claro declive.

    Con Sánchez, Galicia volará al servicio de Puigdemont

    Con Sánchez, Galicia volará al servicio de Puigdemont
    Hay que reconocer que Sánchez tiene razón. No lo voy a negar. Ha aprovechado un mitin para asegurar que «si hay un socialista en la Moncloa y el 18 de febrero, uno en Galicia; Galicia no rueda, Galicia vuela», aunque se le olvidó aclarar que lo hará al servicio de Puigdemont. Al margen del chusco juego de palabras con el apellido del actual presidente de la Xunta, es bueno aclarar que el gobierno gallego estaría presidido por la candidata del BNG, porque el socialismo reduce sus expectativas a que sus votos estén al servicio de los nacionalistas. Es una pauta que se reproduce en otros territorios e incluso en el gobierno de España que se ha convertido, como estamos viendo con la amnistía o las escuchas a Aragonès, en una marioneta que gestiona los asuntos ordinarios y que está sometido a Junts, ERC y Bildu. Por si Sánchez se olvida, tiene a Miriam Nogueras, la enviada de Puigdemont, que se lo recuerda en cualquier oportunidad. Lo hace con la forma ostentosa con que los nuevos ricos muestran su fortuna. No basta con tener dinero, sino que hay que ser un hortera.

    Necesitamos un CGPJ independiente

    Necesitamos un CGPJ independiente
    En realidad, la renovación del CGPJ es un tema relativamente sencillo, porque hay numerosos juristas independientes que podrían formar parte de este órgano constitucional. El problema es que no serían del agrado de la izquierda política y mediática. En este caso me refiero expresamente a la izquierda, porque ha demostrado que acepta, con un fervor inusitado, las mentiras y las manipulaciones alrededor del Poder Judicial. La lista es enorme, pero me centraré en la elección como Fiscal General del Estado de una diputada del PSOE y exministra.

    La cobardía de Puigdemont y los suyos

    La cobardía de Puigdemont y los suyos
    Una de las cosas que más me ha sorprendido del proceso independentista catalán ha sido la cobardía de Puigdemont y sus colaboradores. No hay un relato épico que sustente lo que sucedió, sino un conjunto de personajillos mediocres que no supieron gestionar las exageradas expectativas que habían creado. El expresidente catalán carece de atributos políticos e intelectuales relevantes. En las reuniones que se celebraban en el Palau de la Generalitat, un consejero importante de la época de Pujol me decía al mirar las colas de los que esperaban para entrar: «las comarcas nos visitan». Puigdemont era un político de medio pelo, sin formación universitaria y necesitado de un cargo para sobrevivir.

    Terrorismo, pero poquito

    Terrorismo, pero poquito
    Estos días asistimos a una pintoresca ingeniería legislativa que no tiene parangón en ninguna democracia. Es verdad que no las conozco todas, pero nunca he tenido noticia, durante estos años de estudio y docencia, de un disparate tan enorme como la proposición de ley de amnistía y lo que ha venido después. La presenta un partido que decía que la amnistía era inconstitucional y su líder se jactaba de que entregaría a Puigdemont a la Justicia. No quiero olvidar que afirmaba que se había producido una rebelión, aunque el Supremo rebajo el ilícito penal a sedición.

    La carta de inmunidad para los independentistas

    La carta de inmunidad para los independentistas
    Hasta el final del Antiguo Régimen, los juristas tenían que ser buenos conocedores de la Historia del Derecho para moverse entre la hipertrofia provocada por las contradicciones existentes en el sistema normativo. Había que acudir a la raíz de cada una de ellas para llevar el procedimiento a buen término. Este conocimiento sobre la Historia es algo que encuentro a faltar actualmente, porque hubiera resuelto con facilidad los problemas del sanchismo con la inconstitucional amnistía. De lo que se trata es de otorgar una carta de inmunidad, como se hacía en la Edad Media, para establecer unos privilegios a un territorio.

    El matonismo del yolandismo con los empresarios

    El matonismo del yolandismo con los empresarios
    No sé si es una consecuencia de su nerviosismo o la eclosión de su auténtico carácter, o las dos cosas a la vez, pero Yolanda Díaz ha optado por el matonismo en sus relaciones con los empresarios. La cara amable del yolandismo se ha visto sustituida por el autoritarismo característico de los líderes comunistas. No hay ningún diálogo posible, porque la patronal se ha convertido en un buzón en el que se depositan las exigencias de la vicepresidenta con el fin de que muestre su adhesión inquebrantable. No son buenos tiempos para los empresarios. No son más que una vaca a la que tienen que ordeñar. No existe ningún atisbo de diálogo, porque Yolanda Díaz actúa como una sindicalista que quiere complacer a sus jefes, los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras, más que hacer políticas europeístas. No olvidemos que este último sindicato la acogía a gritos de «¡Presidenta, Presidenta!».

    Las mentiras llegan a las elecciones gallegas

    Las mentiras llegan a las elecciones gallegas
    Una de las características del nuevo socialismo es su previsibilidad. Es algo que se puede extender a la izquierda política y mediática. Lo único importante es alcanzar el poder o mantenerlo. Por ello, no hay ninguna limitación ética en este fin mayor de supervivencia en la partitocracia en que han convertido el sistema de partidos. Las elecciones gallegas son la próxima etapa en la consolidación de un modelo que repite el esquema del Grupo de Puebla trasladado a una gran democracia europea como la española. Al igual que en Iberoamérica, las mentiras, las manipulaciones y las exageraciones son los instrumentos que se utilizan para alcanzar la victoria. Es un esquema similar al que emplearon Lenin y sus sicarios bolcheviques para hacerse con el poder. Y es el que utilizaron, con las lógicas adaptaciones a lo largo del tiempo, en su sueño de la dictadura del proletariado y el poder mundial. La verdad no importa, porque es un obstáculo. Los comunistas y sus aliados, incluidos los tontos útiles, fueron auténticos maestros de la propaganda y la manipulación.

    La operación Cataluña de Pedro Sánchez

    La operación Cataluña de Pedro Sánchez
    Es cierto que la izquierda política y mediática es experta en crear cortinas de humo para esconder sus auténticas intenciones. Lo es, también, que el PSOE ha aparcado sus principios para abrazar el sanchismo. Y no hay duda de que la verdad ha sido sustituida por la mentira como columna vertebral de la acción gubernamental, aunque ahora se la denomina cambios de opinión o se afirma que «la única verdad es la realidad». Por ello, no nos podemos creer ningún compromiso del presidente del Gobierno y líder del PSOE. A los que podemos creer, desgraciadamente, es a los independentistas, porque no tienen ningún filtro y no les importa poner en un compromiso a su aliado. Aragonès confirmó ayer que hará un referéndum sobre la independencia de Cataluña. No es casualidad que ese compromiso lo haya aderezado con la constatación de que han «forzado al Gobierno del Estado a pasar de la represión a la negociación», aunque sería más preciso hablar de imposición. En poco tiempo han logrado los indultos, derogar la sedición y acordar una inconstitucional ley de amnistía que será validada con un pumpidazo en el Tribunal Constitucional. La lista es mucho más larga, pero la voracidad de ERC, Junts, Bildu y PNV no tiene límites.

    La trayectoria ejemplar de Jaime Alfonsín

    La trayectoria ejemplar de Jaime Alfonsín
    El relevo de Jaime Alfonsín como Jefe de la Casa Real cierra una etapa brillante al servicio de la Institución que comenzó cuando asumió en 1995 la jefatura de la Secretaría del Príncipe de Asturias. Desde entonces ha estado al lado de Felipe VI ejerciendo un papel determinante que le ha granjeado un respeto y admiración generalizados. Cuando se incorporó al cargo era un brillante abogado del Estado que trabajaba en uno de los despachos más prestigiosos de nuestro país. La decisión que tomó entonces le define como funcionario al servicio del Estado. En lugar de seguir como socio y estar en consejos de administración prefirió trabajar al lado del heredero de la Corona. No definiré como sacrificio asumir un cargo tan interesante como apasionante, pero hay que reconocerle esa vocación de servicio que implica anteponer los intereses personales a un bien mayor como es asesorar y ayudar al Príncipe de Asturias y, posteriormente, al Rey de España. Lo ha hecho en circunstancias complicadas y difíciles, pero demostrando en todo momento su prudencia, cualificación y eficacia. En 2014, Don Felipe asumió la Corona y Alfonsín asumió, como tránsito natural, la jefatura de la Casa.

    Los pélets y la desesperación de la izquierda

    Los pélets y la desesperación de la izquierda
    Hasta hace unos días poca gente sabía que son los pélets. Había silencio en la izquierda mediática. El mundo de los todólogos pijoprogres estaba dedicado a la feroz defensa del sanchismo, pero llegó la convocatoria de las gallegas. He de reconocer que sabía lo que son los microplásticos, pero mis conocimientos se limitaban a este término. Ahora formo parte de esos españoles que saben de la existencia de los pélets. Por lo visto, es una denominación genérica utilizada para referirse a pequeñas porciones de material aglomerado o comprimido de diferentes materiales.

    El sanchismo como Fuente del Derecho

    El sanchismo como Fuente del Derecho
    Apesar de los esfuerzos de la izquierda política y mediática, así como de algunos leguleyos ansiosos de hacer méritos, la realidad es que hay un amplio consenso sobre la inconstitucionalidad de la proposición de ley de amnistía. No conozco a ningún jurista que defienda lo contrario. Es cierto, que el Gobierno confía en Conde-Pumpido, ya que ha demostrado una lealtad a Sánchez que está a prueba de bomba. No hay inconstitucionalidad que no arregle un buen pumpidazo. Los letrados de las Cortes Generales adscritos a la Comisión de Justicia han elaborado un informe que confirma que la amnistía no tiene cabida en la Constitución y que sería necesaria una reforma.

    La obsesión de Sánchez contra Madrid

    La obsesión de Sánchez contra Madrid
    La actitud de Sánchez con Madrid es un enorme error que le ha perjudicado, además, electoralmente. Hay una percepción generalizada entre los madrileños de que es un comportamiento irracional y fruto de una antipatía personal, porque cosecha derrota tras derrota tanto en la comunidad como en la capital. Nunca conseguirá revertir este resultado si persiste en el error. No se trata de una percepción, sino de una realidad constatable con las diferentes decisiones que perjudican a una comunidad que es el motor de España y una capital que tiene un enorme prestigio internacional.

    La camiseta sudada de Sánchez

    La camiseta sudada de Sánchez
    El PSOE debería abrir una nueva línea de negocio con las camisetas sudadas de Sánchez. No hay más que ver el valor que alcanzan en Estados Unidos las que han utilizado los jugadores de la NBA o en nuestro país las grandes figuras del fútbol. A los fans les encanta coleccionar objetos de sus ídolos. Han sustituido a los Santos de toda la vida, aunque hemos perdido porque muchos no tienen unas vidas precisamente ejemplares. Me resultan más fascinantes los dioses, semidioses y héroes de la mitología griega, aunque después de escuchar este lunes la entrevista de Sánchez en la radio amiga creo que podría incluirse en esa categoría. No hay nada mejor que la propaganda en los canales temáticos del PSOE. Me gustó la referencia a sudar la camiseta, aunque me cuesta entenderla.

    ¿Cuál es la España real de Sánchez?

    ¿Cuál es la España real de Sánchez?
    La respuesta es siempre muy sencilla, porque es, simplemente, la que más le convenga. En su lucha por el poder ha vivido una evolución ideológica vertiginosa, ya que comenzó siendo un socialista liberal para acabar transformándose, de momento, en un radical que se siente cómodo con los comunistas, los antisistema, los independentistas y los antiguos dirigentes del aparato político y militar de ETA.

    Una sociedad feliz

    Una sociedad feliz
    A pesar de la crispación política, las incertidumbres económicas que nos puedan afectar y los contratiempos cotidianos, la realidad es que somos una sociedad razonablemente feliz. No somos conscientes de ello, porque vivimos en una zona privilegiada del mundo. Europa es una singularidad, al igual que Estados Unidos y Canadá, Australia y Nueva Zelanda o Japón y Corea del Sur, porque en el resto encontramos solo algunos países aislados en los que el nivel de vida y los derechos y las libertades sean equiparables con nosotros. No hay más que hacer un somero recorrido para constatar la situación que se vive en el resto del mundo. Cuando se habla de desigualdades no hay más que pasearse por Asia, África o Iberoamérica. No incluyo a los países árabes que son fabulosamente ricos gracias al petróleo y el gas, porque la riqueza de unos pocos no define al conjunto de la sociedad. Es un contraste con otros países de la zona que no fueron bendecidos con la presencia de combustibles fósiles en su territorio. Las desigualdades son tan abismales y las carencias democráticas tan enormes que no tienen nada que ver con nosotros. Por supuesto, no se trata de ninguna superioridad, sino el resultado de una evolución histórica y cultural que nos ha conducido a donde nos encontramos.

    Y el PSOE fue cediendo y cediendo…

    Y el PSOE fue cediendo y cediendo…
    En las academias militares se aprende que es muy importante saber gestionar la victoria. No es suficiente ganar una batalla o una guerra, sino que hay que dar a conocer el éxito conseguido. Es un clásico utilizar la famosa batalla de Qadesh, porque no fue una victoria de Ramsés II sobre los hititas, sino que el resultado fue indeciso, por ser generoso, ya que ninguno de los dos se impuso y los egipcios no obtuvieron ningún beneficio. La situación hubiera podido ser más catastrófica, porque el faraón y su guardia fueron rodeados consiguiendo escapar dirigiendo varias cargas contra las filas de su enemigo. A pesar de ello, la transformó en un éxito encargando a un escriba que anotara su relato de la gloriosa batalla mientras que su rival, Muwatalli II, la consideró una gran victoria. En estos tiempos ya no es necesario hacer interpretaciones y aunque Sánchez cuenta con sus fieles escribas en los medios de izquierdas, la realidad es que la aprobación de los decretos ley, incluyendo el rechazo de uno de ellos, fue una victoria pírrica o incluso una inquietante derrota.