Evangelio Hoy y Aquí ciclo C

Con su Transfiguración, Jesús aclara varias cuestiones fundamentales de la Fe de sus sicípulos y discípulas: Dos mil años de cristianismo y todavía no me conocen. Se pasan peleando por cuestiones de leyes, de dogmas o de creencias, mientras el mundo se está destruyendo. El Hijo del hombre será entregado a manos de los impíos, quienes lo secuestrarán, lo torturarán, lo ejecutarán extrajudicialmente y lo arrojarán como desecho de su sociedad. Pero resucitará al tercer día. No sueñen despiertos. La gloria hay que ganársela. Hay que merecerla. Primero tienen que trabajar duro para llevar el Reino de mi Padre a donde quiera que vayan. Yo no he venido para morir, sino para vivir y dar vida. He venido a traer fuego a esta tierra y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo. Dichosos ustedes cuando entiendan que el Padre les encomendó la misión de construir otro mundo distinto y sean capaces de hacerlo realidad.

Jesús busca cómo realizar su misión. Se encuentra con unos trabajadores de la mina que está en huelga y les acompaña. Después de 40 días tiene hambre y el demonio, en forma de un trabajador, le pone las clásicas 3 tentaciones: el dinero, el poder y la fama. Jesús dice que el Reino es de quienes buscan la vida, la justicia y el amor.

En una zona fronteriza, llena de migrantes y conflictos, Jeús BENDICE a quienes están sirviendo a los más necesitados y dándoles consuelo y alegría. Y MALDICE a quienes saquean las tierras, las vidas y las propiedades de los pobres. Con su llamamiento está la promesa: "Alégrense en ese momento y llénense de gozo, porque les espera una recompensa grande en el Reino de mi Padre."

Con motivo de la pesca milagrosa, Jesús escoge a Pedro y sus amigos para ser pescadores de hombres. Hoy sigue escogiendo personas, como por ejemplo, campesinos para ser labradores de justicia y reconciliación. Artesanos para ser artesanos de la paz y reconstructores del medio ambiente. Mujeres para ser madres, pero no sólo de sus hijos, sino de una nueva patria libre y sin fronteras, de una sociedad distinta donde reine la justicia y el amor. Ustedes están llamadas a ser madres de la esperanza.

Jesús proclama que viene para traer vida en abundacia y no para hacer milagros. No viene a curar enfermos, sino a sanar las causas de la enfermedad. Las palabras del hijo del carpintero provocan la reacción violenta de los poderosos del templo y de la sociedad. Pero las multitudes lo defienden, porque lo sienten uno de ellos. Sus palabras son espiritu y vida. Jesús, pasando por en medio de ellos, se aleja y se confunde con la muchedumbre de pobres. Al fin y al cabo, Él también es un pobre.

Jesús proclama su misión en una lujosa basílica. Explica qué quiere decir hoy: anunciar la Buena Noticia a los pobres..... Sus palabras provocan enojo y violencia en los poderosos. Pero despiertan esperanza en los pobres. Hoy se cumplen estas palabras proféticas. Esta Escritura se cumple hoy.

En la boda, les falta el vino. Es el momento de llenar las tinajas de vino nuevo: para los matrimonios y las familias. Pero también para las Iglesias. Lo peor que puede decirse de una comunidad, de una Iglesia es que se le acabó el vino, se le acabó la fiesta, se le acabó la alegría. Ha llegado la hora de volver a convertir el agua en vino. El pueblo necesita esperanza y alegría, en medio de este mundo egoísta y excluyente. Y es la Iglesia la que debe dárselo. Ya es hora de que todo el pueblo participe, que celebre la vida. Nos urge cambiar las cosas. Yo sueño con unas comunidades vivas que van transformando la realidad donde viven. Que van sembrando solidaridad y amor. Y que se reúnen para celebrar esa vida, llenas de alegría y santidad.

El bautismo es un compromiso serio por transformar el mundo para acercar el Reino de Dios. Jesús explica la triple misión de los cristianos/as: Sacerdotes, profetas y reyes. Jesús está dispuesto a correr el riesgo de hacer la voluntad de su Padre. Sus primeros discípulos/as sienten miedo y prefieren esperar. ¿Y yo?

Los Reyes Magos de las finanzas, la industria y el comercio mundial siguen la intuición del negocio rey y se van a un pequeño país latinoamricano en busca de ella. Los poderosos no les pueden dar razón de esa oportunidad única, porque ahí sólo hay pobreza. Desde la pobreza reciben el llamado a formar una sociedad nueva, una alternativa deesperanza, otro mundo que es posible y se convierten en los Reyes Magos de la solidaridad y del comercio justo.

En su continuo peregrinar para ganarse el alimento de cada día, José y María llegan a Esquipulas, Santuario donde se venera al Cristo Negro. Jesús, gozando la libertad que le da su iniciada adolescencia, se queda allí y, a los 3 días, sus padres lo encuentran platicando con los sacerdotes en el convento. Les habla de la importancia de HACER REINO, más que hacer Iglesia o fomentar una religión. Ni los sacedotes, ni sus padres comprenden sus palabras, pero se quedan meditando en ellas. María lo guarda todo en su corazón.

En el imperio del dios-dinero no hay lugar para ellos, que acompañan a quienes migran por motivos económicos y de trabajo. No hay lugar en el hospital, en los hoteles ni en las casas. El mundo está contaminado. Se tienen que ir a la periferia, a las orillas. Ahí nace Jesús solo. Luego recibe la ayuda de personas pobres de la comunidad, del comité de vecinos. María les dice: "Ustedes ya han empezado a generar vida: salvaron la vida de mi Hijo y Él les ayudará a salvar las suyas."

La comunidad va preparando la Navidad. El "nacimiento" que proponen estará formado por figuritas que representarán los logros que han alcanzado y las personas e instituciones que están haciendo posible que Jesús nazca. ¡Bendita esta comunidad que vive como Iglesia y bendito el Niño que va a nacer en ella! ¡Dichosa esta comunidad por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor! ¡Y dichosas todas las comunidades que están haciendo posible el nacimiento de Jesús en esta tierra!

La comunidad está dando un testimonio que se va conociendo en muchas partes. Llegan gentes a ver si se trata de un nuevo partido político o de una nueva religión. Ellos les dicen que vean esas obras y que las pongan en práctica en otros lugares. Pero no solo son las comunidades cristianas, sino muchas organizacones están haciendo posible que el Reino de Dios se haga presente, que Jesús nazca en Navidad. Preparemos un mundo distinto, donde reinen el amor y la paz.

El párroco visita nuevamente a la comunidad, pero viene cambiado. Les cuenta con humildad lo que causó su conversión. La comunidad lo reconoce como un nuevo Juan Bautista, pero él les dice que cada quien debemos ser bautistas, preparar el camino del Señor. La comunidad empieza a dar pasos organizados para hacer un lugar agradable a Jesús en Navidad.

La comunidad quiere celebrar el cumpleaños de Jesús. Le preguntan qué quiere que le den. Jesús les dice: A mí me gusta celebrar mi cumpleaños, no con comida o parrandas, sino con la alegría de la comunidad. Les visita el párroco, quien los regaña por no consultarlo antes a él. Un hecho sucedido esa misma noche hará cambiar el rumbo de esa Iglesia, en su Adviento, preparación de la Navidad.

Entre la gente cristiana hay quienes dan limosnas, o colaboran con los pobres, o hasta hacen una actividad anual de caridad, pero sus vidas no cambian. Siguen robando, explotando o aprovechándose de los mismos pobres. Y de esto no se salvan ni profesionales, ni pastores, ni sacerdotes, ni los mismos pobres. En contraposición, una maestra (como la viuda) dedica toda su vida al servicio de los niños y niñas de una escuela rural, brindándoles educación, que es lo que más necesitan.