Tomarse una pausa, lejos de lo que puede parecer, es de lo más productivo que hay, pues es en ese tiempo de aparente "no hacer nada" que las ideas y el conocimiento realmente decantan y se nos incorporan, ayudándonos a tomar mejores decisiones.
Y por mejores decisiones no me refiero a las que se toman rápidamente para seguir avanzando, sino aquellas que incomodan, pues implican cuestionarnos y asegurarnos de que lo que hagamos esté alineado con cómo queremos vivir.
Hace poco tuve la suerte de asistir a un Baño de Gong de la doctora Margarita Varela organizada por la marca uruguaya Margara Shaw. Luego de esa experiencia, gozamos de una charla de la filósofa y psicóloga Magdalena "Male" Reyes, quien habló de la importancia de hacer una pausa y de darnos tiempo para que las cosas decanten, para hacer propio el conocimiento.
No basta con comprender; tiene que decantar en el alma y ahí nos lo apropiamos. Hay que detenerse. Hay que estar tranquilo para asimilar. El tiempo es clave, dijo Reyes, quien agregó que no es por falta de tiempo que no lo hacemos: "Siempre tenemos tiempo. Mientras estamos vivos tenemos tiempo. El tema es cómo lo invertimos", remató.
Una de las cosas que trato de hacer es propiciar que mis hijos aprendan a no hacer nada, a descansar, a aburrirse incluso. No es fácil, pues hoy en día el discurso colectivo promueve la "productividad" del hacer, sin reparar en que el descanso y la pausa son necesarios para elegir de manera intencional y ser verdaderamente productivos. Al menos eso me parece mejor a mí que el hacer por hacer, sin que piensen por qué o para qué.
Escuchando a Male no pude dejar de pensar en mi amiga y también psicóloga Valentina Ferrario, que a menudo recomienda que dejemos que la información nos pase primero por el cuerpo para comprender qué nos produce. Recordé también las charlas y consejos de mi, psicóloga my dear friend, Flor Buil, que es psicóloga y coach y que tanto nos habla sobre lo necesario que es enfrentar la incomodidad de atrevernos a ver qué nos provocan las cosas para decidir desde nosotras y no desde la excusa de complacer o servir a otro.
Con lo mismo concluyó Magdalena Reyes su charla: Qué fácil puede parecer centrarse en cuidar a otros y qué difícil puede ser satisfacer las demandas propias, pues implica animarnos a verlas.
Te invito a que hagas una pausa y te regales ese acto de libertad que implica ELEGIR.
Cuéntame cómo te va.
Te comparto las webs de las mujeres que menciono aquí:
https://www.margarashaw.com
https://www.instagram.com/magdalenareyespuig/
https://www.valentinaferrario.com
https://www.florbuil.com