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    Explore "alicante" with insightful episodes like "10 septiembre. Monótona letanía", "8 septiembre. Eulalia Solé homenajea a Ramón Barce", "7 septiembre. Esplendor de la música valenciana (en alemán)", "5 septiembre. Una inauguración entre la austeridad expresiva y la innovación" and "30 agosto. El coro Contrapunctum y las Veladas de la Ermita ponen fin a la programación musical del verano" from podcasts like ""Alicantissimo 2009", "Alicantissimo 2009", "Alicantissimo 2009", "Alicantissimo 2009" and "Alicantissimo 2009"" and more!

    Episodes (100)

    10 septiembre. Monótona letanía

    10 septiembre. Monótona letanía
    Fátima Miranda ArteSonado Festival de Alicante Antes de comenzar esta crónica, conviene subrayar que Alicantissimo no juzga nunca a una artista ni personalmente ni en su trayectoria, sino el espectáculo que aquella presenta al público (más cuando la artista tiene el valor de subir sola a un escenario). En este sentido, es de sobra conocida la valía artística de Fátima Miranda, quien ha cosechado importantes éxitos también en Alicante gracias a su extraordinaria técnica vocal e imponente presencia escénica. A su vez, debemos confesar que en Alicantissimo somos sumamente escépticos respecto de la voz "enlatada" incluso "amplificada", y más aun de los espectáculos musicales que incorporan proyecciones en pantalla. Comentaremos, en primer lugar, que ArteSonado es un concierto espectáculo audiovisual que combina dos elementos en similares proporciones: de un lado, el canto y la interpretación de Fátima Miranda acompañada de polifonías vocales grabadas con anterioridad por ella misma; del otro, una serie de proyecciones efectuadas sobre el escenario. Pues bien, la combinación de ambos elementos produce el tedio más absoluto en el espectador por diversas razones. En primer lugar, las referencias visuales (las proyecciones en la pantalla y los elementos que la cantante introduce en la escena) carecen de cualquier sentido o hilo argumental que transmita algo al espectador: gente caminando por un sendero, barcos en el mar, el rostro difuso de una mujer, una escalera de caracol, un tendal, pájaros, un alambre de espinos, una revista inidentificable... En segundo lugar, la música es de una pesadez y una monotonía tales que llega a hacerse insoportable (la mayoría de piezas, como la nana "Diapasión", superan los diez minutos de duración) al no presentarse el más mínimo desarrollo o variación. Además, la música enlatada tiene tal fuerza que llega a tapar la voz natural de Fátima Miranda de tal forma que podría pensarse que su voz es una más de las grabadas. Llegados a este punto, estimamos que se podría igualmente grabar la voz principal y prescindir de la intérprete en el escenario, puesto que su presencia no aporta nada relevante al espectáculo. La suma de todos estos factores produce que el espectador no perciba ninguna relación entre los distintos números hasta el punto de que, si hiciéramos un experimento, y alteráramos el orden del acompañamiento musical de los ocho primeros números, creemos que nadie apreciaría la diferencia. Por último, para rematar la faena, si nos permiten emplear una metáfora taurina, mediterránea, la artista se permite la frivolidad de modificar el tono trascendente y universal por el que transcurren los ochenta primeros minutos del espectáculo para, en un grave error de planteamiento a nuestro entender, concluir con un castizo zapateado humorístico vacuo una vez más de contenido alguno y desconectado del conjunto (y procedente de un espectáculo anterior según nos comenta un buen conocedor de la obra de la artista salmantina). Reían algunos espectadores, sin duda aliviados ante el sopor padecido y la promesa del final. En definitiva, nuestra valoración de "ArteSonado" queda refrendada por el continuo goteo de espectadores que abandonaron la sala (el público siempre tiene razón) o las cabezadas de los que preferían dormir en la fila de delante a tenor de la letanía y las murgas que provenían del escenario. Preguntado un solvente crítico musical a la salida sobre su parecer, éste opinaba que el espectáculo había sido tedioso y que, Fátima habría podido transmitir lo mismo en media hora. Insistiendo sobre si había sentido gozo estético, alegría, emoción, rabia o tristeza, su respuesta fue que no había sentido nada. En nuestra opinión, Fátima habría podido transmitir lo mismo en sólo quince minutos. Esperamos que Fátima Miranda regrese a Alicante para emocionar al público con un espectáculo de otra naturaleza. En fin, escuchemos un fragmento sonoro de tres minutos de duración del número "Desasosiego" del espectáculo "ArteSonado". Queda al lector imaginarse noventa minutos así. Nota: imagen de Xavi Miró, fotógrafo de la Organización.

    8 septiembre. Eulalia Solé homenajea a Ramón Barce

    8 septiembre. Eulalia Solé homenajea a Ramón Barce
    Emotivo homenaje el que brindó Eulalia Solé a Ramón Barce con motivo del ochenta aniversario del compositor madrileño en el marco del Festival de Alicante. La pianista barcelonesa preparó un programa muy inteligente y, a priori muy interesante, compuesto de tres piezas de homenaje escritas por otros insignes compositores españoles en la primera mitad, y dos piezas de Barce en la segunda. A pesar de la delicia que supone ver (y escuchar) a Eulalia Solé interpretando al piano, el resultado fue desigual, principalmente en la primera parte, donde las piezas de Agustín González Acilu ("Partita núm. 3") y Tomás Marco ("Paso a nivel") se mostraron como auténticos "ladrillos contemporáneos" incapaces de expresar nada al público y denostados incluso por algún importante crítico de ámbito nacional. Así pues, "las valoraciones matéricas, expresivas y formales" a las que hacía referencia González Acilu en el programa de mano se tornaron tan pobres como su obra. No fue el caso de la pieza que cerró la primera mitad del concierto homenaje, "Morfología sonora núm. 6" de Carlos Cruz de Castro, asiduo del Festival. Es la suya una obra trabajada en la forma rondó o variación, muy del agrado del público, y en la que destacaron los elementos percusivos. La segunda mitad permitió al público disfrutar de la escritura en niveles y del afán por comunicar a través de su obras, características propias de Barce. A la "Sonata núm. 1 para piano" le siguió una inteligentísima "La nave volante", donde el autor construye dos niveles (como también hiciera Mussorgsky en sus "Cuadros de una exposición), uno más cálido perteneciente a los paseantes por el puerto de Alicante en una velada de estío, entre el que se intercalan cuatro nocturnos de carácter más lírico y sombrío. Al final, sentido homenaje de la pianista y del abundante público al compositor protagonista de la velada. Escuchemos, pues, a Eulalia Solé interpretando el 'Nocturno 4' de "La nave volante" según se pudo escuchar en el Teatro Arniches.

    7 septiembre. Esplendor de la música valenciana (en alemán)

    7 septiembre. Esplendor de la música valenciana (en alemán)
    La jornada del domingo del Festival de Música ha permitido comprobar el buen estado de salud del que goza la composición actual en la Comunidad Valenciana. La doble jornada constó de un primer concierto celebrado en el Casino de Alicante en colaboración con el Ensems de Valencia y titulado "Libro de canciones del ENSEMS", donde el trío formado por la soprano Estrella Estévez, el barítono José Antonio López y el pianista Bartomeu Jaume interpretaron obras de Gabriel Erkoreka, Roberto López, Vicente Roncero, Enrique Sanz-Burguete y Voro García. A las 20.30 horas la cita era en el Teatro Principal con la Joven Orquesta de la Generalitat Valenciana y su director titular, el laureado Manuel Galduf. El programa incluía una sorpresa de última hora, la obra "Fanfarria de plata" de Andrés Valero-Castells, pieza encargo del Instituto Valenciano de la Música (IVM) para conmemorar el XXV Aniversario de la Constitución Española que, además, forma parte del programa musical del estival "Castell de l'Olla" de Altea (ver crónica en agosto, más abajo). Se trata de una pieza para conjunto de metales y de gran tensión que encuentra difícil acomodo en un teatro por el volumen que alcanza la orquesta. Le siguió "WeissBlau", cautivadora partitura de José Antonio Orts donde la orquesta al completo acompaña al mismo compositor, quien ejecuta una instalación sonora fotosensible con la que expresa la polaridad entre sonidos blancos (sin afinación determinada) y azules (afinados) al tiempo que muestra una unión esencial entre luz y sonido evocando la sonoridad especial del mar. Si la pieza de Orts cautivó por la magia de la puesta en escena, "Cant, per a orquestra" de José Evangelista deslumbró por la riqueza melódica de la partitura, provocadora por tanto de inevitables referencias a Chaikovski o Gershwin, y la excelente sincronización de los jóvenes intérpretes. Otro tanto se puede decir del "Konzert für Orchester" del valenciano Miguel Gálvez-Taroncher, obra de gran riqueza orquestal y donde dentro de una música de sonoridad postromántica surgen, con excepcional fluidez, temas y acordes más propios de la música swing y jazz. La obra confirma a Gálvez-Taroncher como uno de los mayores talentos de la escena compositiva del país, por la que recibió numerosas felicitaciones en los corrillos que se formaron a la salida en los pasillos del Teatro Principal. Lo que no acabamos de entender es el afán de estos músicos valencianos de titular sus obras en alemán, será que así se las compran más fácilmente en aquel país, que es donde estará el dinero. En fin, escuchemos a la Joven Orquesta de la Generalitat Valenciana que dirige Manuel Galdulf interpretando un fragmento de "Cant per a orchestra" de José Evangelista.

    5 septiembre. Una inauguración entre la austeridad expresiva y la innovación

    5 septiembre. Una inauguración entre la austeridad expresiva y la innovación
    Coro Nacional de España, dir. Mireira Barrera Ensemble Residencias Alda Caiello (mezzo) Obras de Heine Maria Henze y Luis de Pablo El pasado viernes 5 de septiembre tuvo lugar en el Teatro Principal la inauguración del Festival de Música de Alicante con un concierto que mostró dos de las tendencias que pueden marcar esta XXIV Edición: la austeridad expresiva y la innovación formal. Dada la dedicación especial de la edición de 2008 a la música vocal ("El grano de la voz" es su lema), el Festival arrancó con el protagonismo del Coro Nacional de España, la mezzosoprano Alda Caiello y el Ensemble Residencias (conjunto instrumental variable residente del CDMC en Madrid), todos ellos dirigidos por su batuta titular, Mireia Barrera. Tras la "espantá" del mediático Tan Dun previsto inicialmente para la inauguración, las dos formaciones dedicaron la primera mitad de la velada a las "Canciones de una isla" del alemán Hans Werner Henze (1926). Se trata de una obra austera, de gran sencillez y casi sacra en su sonoridad, de tono elegíaco en su conjunto, más propia del postromanticismo de principios de siglo que de las corrientes rupturistas de los años 50. La segunda parte del concierto estuvo dedicada a cuatro piezas del insigne compositor español Luis de Pablo, y adquirió mayor colorido tonal y tímbrico gracias al segundo rasgo al que aludíamos en el epígrafe, una innovación formal que se traduce en la adopción de muy variadas formaciones orquestales alejadas de los patrones tradicionales, desde el trío de violín, violonchelo y piano en "Tres de dos" hasta el Ensemble Residencias al completo acompañando a la mezzosoprano Alda Caiello en la colorista pieza "Circe de España", mezcla de inspiraciones mitológica y castiza con una bella instrumentación en la que destaca la familia de los clarinetes. Cerró el concierto el Coro Nacional al completo acompañado de tres metales en "Tre frammenti Sacri", tres piezas nuevamente austeras, de desarrollo breve y naturaleza litúrgica. Escuchemos, pues, un fragmento de la "Circe de España" de Luis de Pablo en la intepretación de Alda Caiello y el Ensemble Residencias. Nota: las imágenes del Festival son obra de Xavi Miró (xavimmiro@gmail.com), fotógrafo dispuesto por los organizadores.

    30 agosto. El coro Contrapunctum y las Veladas de la Ermita ponen fin a la programación musical del verano

    30 agosto. El coro Contrapunctum y las Veladas de la Ermita ponen fin a la programación musical del verano
    El coro de cámara Contrapunctum ha sido el encargado de clausurar la programación musical del verano alicantino en el marco de las Veladas de la Ermita que, como cada año, organiza la Asociación de Amigos del Conservatorio en la plaza de la ermita de la Santa Cruz. Bajo la batuta de su director titular, José Vicente Sánchez Albertos, esta formación de cámara integrada por catorce músicos entre sopranos, contraltos, tenores y bajos ofreció un programa dividido en dos mitades bien diferenciadas. La primera mitad estuvo dedicada a música religiosa de la época renacentista, con obras de los autores más insignes, como Tomás Luis de Victoria o Cristóbal de Morales entre los españoles, y Palestrina o Josquin des Prez entre los extranjeros. Fieles al objetivo asumido en su fundación en febrero de 2005 de recuperar y fomentar el cancionero popular español del período renacentista, los miembros de Contrapunctum dedicaron la segunda mitad de la velada a piezas profanas tanto populares y anónimas ("¿Con qué la lavaré?" o "Amor que me cautivas") como de Juan de la Encina, Mateo Flecha 'El Viejo', William Cornyshe y nuevamente, Josquin des Prez, piezas todas ellas alegres y muy del agrado del númeroso y fiel público que acudió a despedir el ciclo. Escuchemos, pues, al coro de cámara Contrapunctum interpretando un fragmento del "Llivre Vermell" de Monserrat seguido de la pieza "Más vale trocar" de Juan de la Encina en su participación en las Veladas de la Ermita del pasado sábado 30 de agosto.

    9 agosto. Un Castell de l'Olla entre el Barroco y la modernidad

    9 agosto. Un Castell de l'Olla entre el Barroco y la modernidad
    Una nueva edición del Castell de l'Olla reunió en Altea a un público numeroso para asistir a uno de los espectáculos pirotécnico musicales más emblemáticos del Mediterráneo y evento destacado del verano alicantino. En su segundo año del actual ciclo, el espectáculo gira en torno al metal telúrico de la plata, gracias a las composiciones del insigne Andrés Valero-Castells, las cuales integran el grueso de la parte musical junto con una selección de piezas procedentes de la "Música para los Reales Fuegos de Artificio" de Haendel. El mismo Valero fue el encargado de dirigir la parte musical del Castell, a cargo de la Banda Primitiva de Lliria, de la que destacó su interpretación del 'Minueto' con el que se cerró esa primera sección dedicada al genial compositor germano aunque afincado en Londres. Siguió a continuación la obra "Burrundi", también de Valero, interpretada por el cuarteto de percusión Kontakte, pieza de gran intensidad que acrecienta la tensión previa al disparo del castillo de fuegos artificiales y que culmina en una "Fanfarria de plata" a dúo entre la banda y el cuarteto. La segunda parte del ciclo actual consiste en "Sinfonía de plata", partitura para banda y percusión que se interpreta acompañada de un espectáculo pirotécnico sincronizado a cargo de la empresa Zamorano Caballer. Esta sinfonía de plata alterna los movimientos de mayor intensidad con otros más calmos. No obstante, todos ellos hallan reflejo en los fuegos de artificio que se lanzan desde el mar. Destacó especialmente la interpretación del segundo movimiento 'Tranquilo' y, acto seguido, una brillante 'Cadencia'. Una segunda 'Fanfarria' puso el broche de oro a un castell de l'olla más maduro en su segundo año del ciclo, y en el que, como novedad, se eliminó la parte del coro, que apenas aportaba efectos musicales intrascendentes. El aire de modernidad del Castell quedó reforzado por la participación del artista invitado, el portugués Júlio Quaresma, quien escenificó una de sus más célebres performances (la jaula) como preámbulo a la inauguración de una exposición que establece vínculos entre las dos orillas de la península ibérica y que está comisariada por Consuelo Ciscar Casabán, directora del Instituto Valenciano de Arte Moderno. Escuchemos, pues, a la Banda Primitiva de Lliria interpretando el 'Minueto' de la "Música para los Reales Fuegos de Artificio" de Haendel en el marco del Castell de l'Olla de Altea celebrado el pasado 9 de agosto de 2008.

    2 agosto. Recital de piano y Ave Marías

    2 agosto. Recital de piano y Ave Marías
    Nueva cita de los sábados de estío con las Veladas de la Ermita y nuevo lleno del aforo dispuesto por la organización para disfrutar de la oferta musical, presentada en esta ocasión por Marina Martínez Rubio al piano y el dúo formado por la soprano Nada Prodanovic y el pianista Felipe Sanchís. La joven pianista y niña prodigio interpretó con solvencia y expresividad un programa integrado por obras principalmente de los períodos barroco y clásico (Bach, Haydn, Mozart y Czerny) y romántico (Mendelssohn, Chopin) para terminar con una deliciosa versión de la 'Danza Oriental' de las "Danzas españolas número 2" de Granados, de la que escuchamos un fragmento en el archivo sonoro adjunto. El dúo Prodanovic y Sanchís (fundador de la Asociación Lírica Santa Bárbara) persigue deleitar al público alicantino (y esperamos que al foráneo) con propuestas tan inteligentes y atractivas como el programa de "Ave Marías" que ofrecieron en la segunda mitad de la velada del pasado sábado. Un repertorio sobrio y contenido formado por Ave Marías desde el barroco de Bach o Querubini hasta obras más recientes de compositores románticos como Schubert o contemporáneos como Piazzolla. Frente a piezas más conocidas como las ya mencionadas, presentamos para su escucha en esta ocasión la interpretación del dúo del "Ave María" de Pietro Mascagni.

    26 julio. Doble recital de piano

    26 julio. Doble recital de piano
    Nueva cita con la música clásica y, como no podía ser de otro modo a lo largo del verano, en el marco de las Veladas Musicales de la Ermita de Santa Cruz que organiza la Asociación de Amigos del Conservatorio de Alicante con el patrocinio de la Concejalía de Cultura. En esta ocasión, el programa ofrecía sendos recitales de piano a cargo de los jóvenes solistas Alejandro Fernández Martínez y Jessica Sempere Llopis, quienes mostraron dos maneras distintas de interpretar al teclado. Alejandro Fernández se muestra como una figura futura en la fase final de su formación. Pese a su juventud, mostró excelentes maneras en el repertorio barroco (Bach y Telemann) y un gran dominio del repertorio impresionista y romántico, donde interpretó obras de los grandes maestros (Debussy, Satie, Albéniz y Schumann). Estuvo particularmente acertado en los preludios de "El clave bien temperado" de Bach y en el "Nocturno Op 9 número 1" de Chopin, aunque poco convincente en Prokofiev ("Musique d'Enfants Op 65), donde el ritmo pudo con el joven intérprete. A su vez, Jessica Sempere se mostró como una solista plenamente formada y en fase de acceder a la élite interpretativa. Su aproximación a la "Partita número 2 en Do menor" de Johann Sebastian Bach estuvo llena de solidez rítmica y expresividad. Un desliz memorístico en la 'zarabanda' no restó méritos a su participación, redondeada con dos sonatas de Scarlatti y una sublime versión con sonido de clave de la 'Courante' de la Partita, la cual escuchamos en el archivo sonoro adjunto precedida del "Arabesque número 1" de Claude Debussy en la interpretación de Alejandro Fernández. Por último, la sesión de las Veladas del próximo sábado 2 de agosto acogerá uno de los momentos más esperados e intimistas de la programación estival, una selección de "Ave Marías" a cargo del duo Prodanovic (soprano) y Sanchís (piano).

    19 julio. Dúo de violín y piano y l'Harmonia Jove en la segunda velada musical

    19 julio. Dúo de violín y piano y l'Harmonia Jove en la segunda velada musical
    La segunda velada musical en la ermita de la Santa Cruz estuvo protagonizada por el dúo de violín y piano formado por los hermanos Anaís y Jonathan Pérez Melgar, quienes interpretaron cuatro piezas de inspiración "eslava o balcánica", no en vano el programa constaba de dos obras de Henryk Wieniawski ("Polonesa de concierto" y el segundo movimiento del "Concierto número 2) junto con una "Danza rumana" de Bartok y los "Aires bohemios" de Pablo Sarasate. Aunque resulta difícil destacar alguna de entre las piezas interpretadas magníficamente por este joven dúo, dejó muy buena impresión entre los asistentes la versión de una partitura tan compleja como los "Aires bohemios" de Sarasate. A la misma altura rayó el segundo movimiento del concierto de Wieniawski. La segunda mitad de la velada correspondió a la banda "Harmonia Jove", dirigida con buen pulso y sobriedad por su jovencísimo director titular Rubén Jordán Flores. Los alrededor de cuarenta jóvenes músicos interpretaron un programa variado en el que combinaron obras clásicas del siglo XX ("Vals número 2 de la Suite de Jazz" de Dimitri Shostakovich o "El aprendiz de brujo" de Paul Dukacs) con piezas más populares como las "Variazioni in Blueey Boleros" de Molina o "Jamaican Folk Suite" de Harold Walters. La Harmonia Jove evidenció buenas maneras, marcadas por la excelente conjunción de todos sus miembros, entre los que destacó el papel solista al clarinete en el "Divertimento" de Ferreira. Por último, el público respondió a la convocatoria de las Veladas llenando el aforo dispuesto para la ocasión. Escuchemos, pues, un fragmento de los "Aires bohemios" de Sarasate interpretados por Anaís y Jonathan Pérez Melgar, seguido de un fragmento del "Vals número 2", deliciosa obra maestra del genio de Shostakovich, pieza que nos invita a soñar con bailes de verano en la Rusia rural.

    12 julio. Buen arranque de las XIV Veladas de la Ermita

    12 julio. Buen arranque de las XIV Veladas de la Ermita
    El pasado sábado 12 comenzaron las tradicionales veladas de la ermita que organiza la Asociación Amigos del Conservatorio de Alicante con el apoyo de la Concejalía de Cultura. Fue un comienzo caracterizado por la alta afluencia de espectadores (muchos de ellos fieles seguidores de estas veladas), quienes cubrieron el aforo dispuesto por la Organización; y por el excelente nivel artístico de los músicos participantes en la velada: el joven pianista Elías Pitrelli, y los cantantes Juana María de Toro (soprano) y José Manuel Más (tenor) acompañados al piano por Florencio Saez Villanueva. La primera velada es buena muestra de lo que serán estas Veladas 2008, es decir, una sabia combinación de conciertos por jóvenes instrumentistas en la primera mitad de la noche, seguidos de recitales líricos en la segunda mitad. Así, Pitrelli interpretó al piano piezas de Bach, Haydn, Fauré y Pina mientras que el trío lírico ofreció una selección de arias de ópera y romanzas de zarzuela. Las Veladas de la Ermita continuarán a lo largo de los sábados de julio y agosto a partir de las 23 horas. Como muestra de la agradable velada estival, qué mejor que escuchar a Juana María de Toro interpretando la extraordinaria nana 'Summertime' de la ópera "Porgy & Bess" de Gershwin con el acompañamiento al piano de Florencio Saez.

    Comienzan los tradicionales ciclos de verano

    Comienzan los tradicionales ciclos de verano
    Llegó julio y con él los tradicionales ciclos estivales de música en algunos de los rincones más emblemáticos de Alicante: la Concha de la Explanada y la plaza de la Ermita de la Santa Cruz. En el caso de la Concha de la Explanada, la mayor parte de los conciertos correrán a cargo de la Banda Sinfónica Municipal, dirigida por su recién nombradod director José Vicente Díaz Alcaina, aunque también intervendrán las cuatro bandas de Sociedades Musicales alicantinas: La Amistad de Villafranqueza, Agrupación Musical S.C.D. Carolinas, Unión Musical Ciudad de Asís y L'Harmonía d'Alacant. Las actuaciones, que se celebrarán en jueves y domingo a las ocho de la tarde con entrada libre, están organizadas por la Concejalía de Cultura con el apoyo de Obra Social de la CAM. Ermita de Santa Cruz El próximo sábado 12 de julio arrancan las tradicionales veladas musicales al aire libre que la Asociación de Amigos del Conservatorio viene organizando en la plaza de la Ermita de la Santa Cruz. El programa de la XIV Edición abarca la actuación de alrededor de 70 músicos, entre profesores y alumnos de diversos conservatorios de música de Alicante y la provincia. Los jóvenes intérpretes ofrecerán modalidades del repertorio tan diversas como recitales líricos, dúos de canto y piano, tríos de viento y cuerda o coros. Los ocho conciertos que integran las Veladas 2008 tendrán lugar los sábados 12, 19 y 26 de julio y 2, 9, 16, 23 y 30 de agosto a las 23 horas con entrada libre. Estas auténticas veladas musicales gozan de una gran aceptación entre alicantinos y visitantes estivales, quienes encuentran en ellas una ocasión excepcional para disfrutar de la música en un rincón tan entrañable de la ciudad como el barrio de la Santa Cruz. En la imagen, un concierto en la Concha de la Explanada y un instante de la edición anterior de las Veladas Musicales. El archivo musical ('Canción de Cuna' de la "Suite Alicantina" de R. Dorado) recoge una actuación de la Banda Sinfónica Municipal celebrada el verano de 2007.

    7 y 8 junio. Original "Cenerentola" en versión de concierto

    7 y 8 junio. Original "Cenerentola" en versión de concierto
    La versión de concierto "Hola, Cenerentola" de la ópera de Rossini producida por la compañía Bambalina en colaboración con el Instituto Valenciano de la Música demuestra hasta qué punto es posible programar ópera con pocos medios, de una forma original y obteniendo un resultado musical excelente. Bambalina ha querido alejarse de las típicas versiones de concierto de óperas, donde la representación se limita a una serie de arias y piezas musicales, y donde, por tanto, se elimina el componente drámatico de la ópera, esencial desde el nacimiento del género lírico. Para esta "Hola, Cenerentola" que pudimos presenciar en el Teatro Arniches de Alicante, Jaume Policarpo (responsable del guión y la dirección escénica) y Jordi Bernàcer (autor de la adaptación musical) han extraído de la obra de Rossini catorce números que suman cuarenta y cinco minutos de música de las dos horas y media que dura la original. Con independencia del mayor o menor mérito de la trama inventada que sirve de marco para esta ópera concierto y que está protagonizada por tres personajes teatrales, lo cierto es que "Hola. Cenerentola" funciona tanto en su dimensión humorística y teatral como en la musical. Operísticamente, la obra funciona porque, aunque se elimina la trama original de Rossini, los cantantes encarnan a sus personajes dotándolos de personalidad y vistiéndose como tales. Además, pudimos escuchar a unas voces de nivel muy alto, donde destacaron la mezzosoprano Beatriz Lanza como Angelina con una voz muy equilibrada, plena de volumen, con gran flexibilidad en el paso de registros, y el tenor Alberto Guardiola como Ramiro, con una voz "de aire italiano" y más hermosa que las de los tenores habituales en nuestros liceos. Cumplieron sobradamente su papel el barítono Carles López como Don Magnífico (excelente en la célebre aria "Miei rampolli femminini"), la soprano Yolanda Marín como Clorinda (ésta se desenvolvió con soltura pese a una afonía), y la mezzosoprano Soledad Pedrosa como Tisbe. La orquesta, de número muy reducido (siete jóvenes músicos, antiguos miembros de la Jove Orquestra de la Generalitat Valenciana) demostró cómo se puede interpretar una ópera en formación de cámara sin que parezca que falta ningún instrumento. Resultones fueron los apartados de audiovisual y vestuario. Paco Bascuñán se encargó del primer apartado, donde destacó un versátil tambor pantalla bien integrado en la trama y sin que robara el protagonismo a los cantantes. Libertad Correas, Pilar Aguacil y Ximo Muñoz han creado un vestuario divertido y juvenil, muy próximo a la sensibilidad del público joven al que se dirige la producción. En suma, una ópera en versión de concierto divertida y original, tanto como la reelaboración que Rossini perpetrara del cuento de Perrault. La gira continúa en Alcoy (14 junio) y Sagunto (19 julio) para concluir en otoño en Villena, Requena y Aldaya (4 y 25 de octubre, y 9 de noviembre, respectivamente). Escuchemos, pues, a la mezzosoprano Beatriz Lanza y al resto de cantantes interpretando la célebre aria "Non piu mesta accanto al fuoco" con que concluye "La Cenerentola", en la versión que Bambalina representó en el Teatro Arniches.

    3 junio. Cierre de ciclo brillante

    3 junio. Cierre de ciclo brillante
    Concluyó la temporada de la Sociedad de Conciertos, y como si de un círculo casi perfecto, lo hizo como arrancó, con un recital de violín y piano. Si el honor de la velada inaugural (véase Alicantissimo 2 de octubre) había correspondido a dos músicos de gran proyección internacional (Viviane Hagner al violín y Till Fellner al piano), los dos protagonistas de la velada de clausura cumplieron con todas las expectativas: Christinan Tetzlaff (violinista de Hamburgo) y Leif-Ove Andsnes (pianista de Noruega) eran dos "ases en la manga" que se guardaban los gestores de la Sociedad de Conciertos. Dos ases que luego se convirtieron en un póker de cuatro al incluir los instrumentistas a dos genios de la Historia de la música en el programa, a saber, Dimitri Shostakovich y Johannes Brahms. Completaron el programa obras de Mozart y Webern. No incluimos a Mozart como "as en la manga" pues, aunque la interpretación de la "Sonata K377" por parte del dúo fue impecable, sin embargo la música del salzburgués no parece adaptarse al estilo de tocar de Tetzlaff: el violinista alemán muestra un estilo pleno de tensión, muy gesticulante (casi bailón) , que lo aleja del tono calmo del clasicismo vienés. Por el contrario, esa tensión aparece idónea y produce resultados sublimes en obras de tono más dramático o romántico, como las sonatas de Shostakovich o Brahms que ofrecieron en el Principal. Tetzlaff y Andsnes enmudecieron al público asistente, en aforo de tres cuartos del liceo alicantino. Incisivo estuvo el violinista en los tres movimientos 'Andante-Allegretto-Largo' de que consta la "Sonata para violín y piano Op 134" de Shostakovich. Solemne y vigoroso estuvo el pianista en su parte. Escuchamos, así, una obra que pasó del inquietante tema inicial sostenido en un teclado entrecortado a un vibrante segundo movimiento áspero y pleno de disonancias. El dúo protagonista concluyó la obra extrayendo toda la serenidad que Shostakovich infundió al tercer movimiento. La segunda parte comenzó con una obra breve, en una disposición muy similar a la velada inaugural, cuando la Hagner y Fellner tocaron las "Tres piezas" de Kurtag. En cierto modo, Tetzlaff y Andsnes quisieron reconciliar a Shostakovich con la Segunda Escuela de Viena interpretando estas "Cuatro piezas Op 7" de Anton Webern. Fueron unas pinceladas delicadas con las que el dúo protagonista dio paso sin interrupción a la otra página central de la noche: la "Sonata para violín y piano número 3 en Re menor Op 108" de Johannes Brahms. De esta página, Tetzlaff y Andsnes ofrecieron una versión elegante y de bellísima factura melódica, alejada de cualquier virtuosismo. Dos propinas en forma de sendas danzas de Sibelius y Manuel de Falla pusieron el broche de oro a una velada de clausura de una temporada marcada por el altísimo nivel de los intérpretes invitados. Como muestra, sirva el fragmento sonoro del segundo movimiento 'Allegreto' de la "Sonata Op 134" de Shostakovich en la interpretación de Tetzlaff y Andsnes en el Teatro Principal de Alicante.

    28 mayo. Madurez y juventud

    28 mayo. Madurez y juventud
    Penúltima de las citas de la temporada de la Sociedad de Conciertos protagonizada por un dúo de máxima garantía, el formado por la pianista portuguesa María Joao Pires y el violonchelista Pavel Gomziakov, uno de sus "protegidos" en la Fundación Art Impressions que ella preside. Pudimos así presenciar un concierto donde se aunaron la madurez de una artista totalmente consagrada con la frescura de un valor en alza en la escena internacional. El programa, extenso, constaba de obras variadas aunque girando principalmente en torno al romanticismo alemán. Así, tras dos obras iniciales de Ginastera ("3 danzas argentinas Op 2") y Doménico Scarlatti ("Sonata K208 en La Mayor") interpretadas en solitario por la Pires, el dúo se reunió para interpretar una de las piezas centrales de la noche, la "Sonata para violonchelo y piano número 2 en Sol m Op 5" de Beethoven, pieza en la que la Pires y Gomziakov exhibieron excelente sincronización. La segunda parte comenzó nuevamente en dúo, con la interpretación de una de las piezas cumbres para la formación de violonchelo y piano, la "Sonata Arpeggione en La menor D821" de Franz Schubert. El dúo protagonista de la velada alcanzó en esta pieza un sonido hermoso, redondo y de gran equilibrio, en el que destacó el "Allegro moderato" inicial. Concluyó el programa nuevamente en solitario la pianista portuguesa con el compositor en el que ha alcanzado sus más altas cotas, Beethoven, del que interpretó una evocadora "Sonata número 31 en Lab Mayor Op 110". Dos propinas del duo de intérpretes pusieron fin a una velada de música con mayúsculas. Escuchamos a María Joan Pires y Pavel Gomziakov interpretando el primer movimiento 'Allegro moderato' de la "Sonata Arpeggione" de Franz Schubert.

    27 mayo. Delicioso enredo colonial

    27 mayo. Delicioso enredo colonial
    La representación en el Teatro Principal de Alicante de "Don Gil de Alcalá" nos ha permitido aclarar la duda de si esta obra de Manuel Penella constituye una ópera o una zarzuela. Es evidente de que se trata de lo primero tanto por el tono solemne de la música y del canto como por la presencia de declamación en vez de los diálogos, más propios de la zarzuela. Tampoco creemos que se trate de una ópera cómica como reza el subtítulo del programa pues las tribulaciones de la pareja de amantes dominan el resto de líneas argumentales. En una obra de estas características (ópera española infrecuente en los escenarios y representada en una capital de provincias), el principal riesgo estriba en que todo se quede en una pachanga de amigos. No ocurrió así en el "Don Gil" de Lucentum Lírica en el Teatro Principal: la dirección de escena supo crear la necesaria tensión entre todos los participantes para cuajar una función notable apoyada en voces solistas y orquesta. Las voces, muy profesionales y con dotes dramáticas, rayaron a gran altura aunque fueran irregulares. Tanto la soprano que caracterizó a Niña Estrella, Svetla Krasteva, como el tenor en el papel de Don Gil, Ricardo Bernal, mostraron mayor capacidad en el registro agudo que en los graves, donde pecaron de una dicción deficiente. Destacó la Krasteva en su aria del Acto I y en la escena del baile. No tiene una voz excesivamente bonita Ricardo Bernal y le falta volumen para imponerse a la orquesta cuando ésta entra al completo; sin embargo, lució excelente técnica en los pasajes en solitario y resolvió con aplomo admirable y gusto exquisito las dificultades de su romanza del jardín. El resto de voces cumplió de forma sobrada su papel de enriquecer el registro vocal y el argumento. Marian García como Maya con una voz de mezzo bien redondeada y el tenor Diego Fuentes en el papel de Chamaco aportaron el contrapunto humorístico. Dificil resultaba que lo hicieran mal contando con el apoyo de la orquesta que había en el foso, la Sinfónica Ciudad de Elche dirigida por José Alberto Aznar. Lo cierto es que la parte orquestal de "Don Gil" resulta asombrosa por su belleza, armonía y preciosismo. Tal es así que, en ocasiones, uno llega a abstraerse de lo que sucede en el escenario mientras escucha un mariachi, un vals, una pavana o la célebre habanera. La Orquesta de Elche trasladó la partitura de forma impecable y estuvo colosal toda la noche a pesar de presentarse únicamente con la sección de cuerda más arpa, según el libreto original. Esperamos poder escucharla más a menudo en el foso del Principal. Los decorados estuvieron en consonancia con la línea habitual, o incluso un poco más flojos: apenas mobiliario y resuelta la papeleta con dos tapices de fondo. Las luces fueron escasas y previsibles (azul en el convento y cálidas en el baile). Por último, echamos en falta información sobre la pareja de cantantes protagonistas en el programa de mano. Escuchemos a Svetla Krasteva acompañada por el Coro Rabinos y la Orquesta Sinfónica Ciudad de Elche, dirigidos por José Alberto Aznar, interpretando la célebre 'Habanera' de "Don Gil de Alcalá" de Manuel Penella en el Teatro Principal de Alicante.

    23 mayo. Adrián García Mesía en la Sociedad de Conciertos

    23 mayo. Adrián García Mesía en la Sociedad de Conciertos
    El Aula de la CAM acogió el pasado viernes 23 el concierto de presentación de Adrián García Mesía, Premio 2007 en la modalidad de Interpretación que concede la Sociedad de Conciertos de Alicante. El joven percusionista alicantino ofreció un repertorio de obras en solitario intercalado con obras para conjunto de percusión, en las que estuvo acompañado por el grupo Zyklus del que forma parte. Así, interpretaron obras ya conocidas de su repertorio como la "Marimba Spiritual" de Minoru Miki, la "Marimba d'amore" de Keiko Abe o "Go Between" de Ruud Wiener, además de otras menos habituales como el 'Allegro' del "Concierto en Re menor BMW 1052 de Bach o "Rebouns" de Iannis Xenakis. Escuchemos, pues, a Adrián García Mesía interpretando "Rebouns" de Xenakis en su concierto del pasado viernes 23 en el Aula de la CAM.

    15 mayo. Gigantes

    15 mayo. Gigantes
    No puede aplicarse otro calificativo a los artistas invitados por la Orquesta de Valencia en esta su última visita a Alicante, fruto del convenio entre el Palau de la Música y nuestra Sociedad de Conciertos. Los artistas en cuestión eran Lynn Farrell, violonchelista neoyorquino, y Walter Waller, a la batuta para dirigir una orquesta que en su anterior visita hace escasos meses defraudó hasta el punto de que un sector del público manifestaba que "la orquesta no había sonado" mientras otro se quejaba "de la desastrosa sección de violines". Sí que sonó y vaya como sonó en esta ocasión la formación valenciana, dirigida por un vienés de esos que suben al atril y no dan tregua ni tiempo a respirar. De belleza y levedad pasmosas fue su versión de las "Danzas populares rumanas SZ 68" de Bela Bartok, página de ritmo vivaz y orquestación impecable con la que iniciaron un programa formado por obras de tres de los más grandes compositores procedentes de la Europa Oriental de finales del s. XIX y principios del XX: Bartok, Shostakovich y Dvorak. Tras la hermosa y fugaz pieza inicial, fue el turno de Lynn Farrell y su violonchelo Montagnana de 1720. Acompañados por la Orquesta, interpretaron un "Concierto para violonchelo y orquesta Número 2 en Sol M Op 126" de Shostakovich que constituye una página sorprendente dentro de la producción del compositor de San Petersburgo. A un 'Largo' inicial característico del autor por su tema meditativo y oscuro, le siguieron dos 'Allegrettos' encadenados que muestran unos hallazgos rítmicos asombrosos en Shostakovich por su jovialidad resuelta en esos redobles de tambor a los que responde una melodía irresistible. Farrell y la Orquesta de Valencia ofrecieron una versión antológica. Anecdótica fue la intensidad con la que el violonchelista seguía las partes en solitario de la orquesta. No bajó la guardia la Orquesta en la segunda mitad, donde ausente ya el solista de postín invitado, pero llevada en volandas por Weller desde el atril, ofreció una "Sinfonía núm 5 en Fa M Op 76" de vitalidad, dinamismo y elegancia orquestal inconmensurables. Destacaron un segundo movimiento 'Andante con motto' y un 'Finale (Allegro molto)' arrebatador. Los rostros iluminados del público a la salida no dejaban lugar a la duda sobre la magnitud del concierto que acababan de presenciar. Como muestra, sirva esta prístina grabación, ya histórica, de un fragmento del segundo movimiento 'Allegreto' del "Concierto para violonchelo" de Shostakovich en interpretación de Lynn Farrell y la Orquesta de Valencia dirigida por Walter Weller.

    9 mayo. Prodanovic y Sanchís presentan un programa de "Ave Marías"

    9 mayo. Prodanovic y Sanchís presentan un programa de "Ave Marías"
    La soprano croata afincada en Alicante Nada Prodanovic y el pianista alicantino Felipe Sanchís Berná presentaron el pasado viernes 9 en el Salón de Actos del Ateneo de Alicante un programa que han elaborado a partir de diez "Ave Marías" escritas por distintos compositores a lo largo de la Historia. Esta original iniciativa ofrece un recorrido por la evolución de la que es, probablemente, una de las oraciones más musicadas de la Historia de la Música Occidental. El programa avanza desde los Ave María contrapuntísticos del Renacimiento hasta páginas monofónicas con acompañamiento al piano, característicos del período Romántico, para concluir en versiones más contemporáneas como la del argentino Astor Piazzolla. La lista de autores presentes en este programa, fruto de cerca de un año de preparación, incluye versiones del Ave María de autores renacentistas y barrocos como Arcadelt, Vivaldi, Bach o Cherubini, pasando por autores del s. XIX en los que no faltaron Giuseppe Verdi, Adolphe Deslandres, Pietro Mascagni o Franz Schubert. Escuchemos, pues, a Nada Prodanovic y Felipe Sanchís Berná interpretando el "Ave María" de Luigi Querubini en el recital de presentación ofrecido en el Ateneo de Alicante.

    26 abril: Liu Fang, donde Oriente confluye con Occidente

    26 abril: Liu Fang, donde Oriente confluye con Occidente
    Nueva visita de la laudista china Liu Fang a Alicante, esta vez en solitario, tras su anterior paso por el Festival de Música Contenmporánea del pasado septiembre. En esta ocasión, el motivo era el ciclo "La Dipu y la CAM con la música étnica" que viene desarrollándose en el Aula de Cultura de la CAM desde febrero. Vestida con un hermoso kimono rojo, la instrumentista virtuosa comenzó su recital tañendo la pipa o laúd chino, instrumento con el que ha alcanzado una compenetración inusual, hasta el punto de que éste parece una prolongación de ella misma, sensación que transmite en sus conciertos mientras va desglosando los distintos temas musicales en aparente éxtasis. La música de Liu Fang se aleja de los caminos de la música china ancestral. Cierto que la técnica de interpretación que emplea es tradicional, pero los ritmos, las armonías y las melodías están más cercanas a la música del subcontinente norteamericano donde reside que a las convenciones de su Shanghai natal. De ahí que sus temas sean menos exóticos y más asequibles para el gran público que los de otra gran virtuosa habitual en las salas alicantinas, la arpista Yoshie Sakai. Tras prácticamente una hora de concierto al laúd, entre unos temas de raíz melancólica y otros de ritmos trepidantes, y cuando muchos pensábamos que Liu se retiraría para tomarse un merecido descanso, la solista pasó a interpretar el arpa japonesa o koto. Sus manos parecían levitar sobre la cuerdas del instrumento, produciendo una música refinada y delicada cuyas convenciones y fundamentos aún desconoce el público occidental, quien escucha embelesado sonidos envolventes y mágicos. En suma, un concierto por una gran virtuosa de los instrumentos de cuerda tradicionales de Oriente aunque su aproximación a la música sea más cosmopolita y contemporánea. Escuchemos en esta ocasión a Liu Fang interpretando una pieza al arpa japonesa o koto.

    22 abril. Un "Nabucco" de grandes voces

    22 abril. Un "Nabucco" de grandes voces
    Memorable versión del "Nabucco" de Verdi la escenificada el pasado martes 22 ante un Teatro Principal lleno a rebosar y donde se colgó el cartel de agotadas las localidades. Fue un "Nabucco" sustentado en el trabajo de los solistas invitados y de una orquesta más que notable. Los cantantes rayaron a gran altura en una ópera donde Verdi distribuyó con suma inteligencia los registros vocales, creando un interesante contraste entre los dos sacerdotes (bajos), el tenor (Ismael), la soprano protagonista (Abigaíl) y su contrincante (la mezzo Fenena), y en medio de todos ellos, el barítono que da vida al rey babilonio Nabucco. Cumplió con las expectativas Tatiana Melnychenko, quien dio vida a una Abigaíl arrogante, dotada de una voz expresiva, contundente y bien modulada tanto en los graves como en los agudos. Sensacional en las dos arias más hermosas de la obra, 'Anch'io dischiuso un giorno' y 'Su me... morente... esanime', con la que cerró la velada. La soprano dramática ucraniana encontró un partenaire a su altura en el búlgaro Ventseslav Anastasov, quien encarnó a un Nabucco de voz barítona poderosa y bien timbrada. Un Zacarías magnífico encarnado por el bajo Yuri Alexeichuk, quien se ganó el favor del público con unas arias en solitario resueltas con una técnica envidiable, y Ana Maksudova en el papel de Fenena (excelente su aria 'Oh, dischiuso è il firmamento!') remataron la faena por parte de los artistas vocales. Éstos estuvieron magníficamente acompañados por una orquesta que, tras el desajuste en el primer redoble de la obertura inicial, actuó muy conjuntada, creando un ritmo excelente sobre el que se apoyaron los artistas. Destacaron las cuerdas en el acompañamiento del aria 'Anch'io dischiuso un giorno' de Abigaíl, donde evocan las lágrimas, así como los vientos y el chelista principal, cuyas partes suenan en los momentos más sombríos de la partitura. Además, la sección de metal suplió excelentemente desde el coso el papel que interpretaba una banda sobre el escenario en la partitura original. Pusieron un broche de oro los solistas de chelo, oboe, arpa y flauta en el aria final. En una ópera conocida principalmente por los coros, el del Teatro Nacional de Donetsk cumplió acertadamente en el plano musical, con voces bien armadas y sobradas de volumen, aunque falló la dirección escénica (comentaba un conocido director de coro alicantino que "no existió") pues los coristas se mostraron muy pasivos sobre el escenario cuando se supone que están luchando en una guerra. Los decorados fueron atractivos aunque sin lujos. Destacó la solución del hueco central que se abría, así como los fondos con perspectivas panorámicas. Muy hermoso el expresivo en rojo y, algo fuera de lugar el célebre lienzo de la Torre de Babel. Sencillo y digno el vestuario aunque ramplonas las mallas negras que vestían los hebreos bajo las túnicas. En suma, una memorable versión de "Nabucco", sustentada en las voces solistas, el coro y la orquesta. A modo de resumen, escuchemos el aria que cierra la ópera 'Su me... morente... esanime' interpretada por Tatiana Melnychenko en el papel de Abigaíl, y acompañada en su inicio por violonchelo, arpa, oboe y flauta.